DANIEL SALMORAL.- Las aperturas de sesiones en el Parlamento salteño y el Concejo Deliberante capitalino, dejaron como lectura política que tanto el gobernador, Gustavo Sáenz como la intendenta Bettina Romero tienen la intención de seguir trabajando junto al gobierno nacional de Alberto Fernández, por encima de las diferencias políticas que pudieran existir entre ellos.
Este hecho resulta esperanzador para los ciudadanos de a pie de la provincia, quienes por estas horas reclaman de sus gobernantes que dejen de lado disputas políticas y se aboquen a solucionar los numerosos problemas a los que deben enfrentarse de manera diaria.
Tanto Sáenz como Romero, en sus mensajes aperturistas, hicieron una amplio repaso de las tareas que han llevado y llevan adelante en provincia y municipio, respectivamente, y ambos reconocieron el apoyo del gobierno nacional a través de ministerios y organismos, lo que les ha permitido encarar obras de infraestructura esenciales para el desarrollo de la ciudad y la provincia.
En ese mensaje, aunque sin hacerlo de manera directa, también dejaron saber que la sociedad política que generaron en la provincia entre ellos sigue y seguirá vigente, más allá de escaramuzas que genera alguna dirigencia que acompaña a ambos y que solo buscan ganar algún espacio.
Fuera de ello, lo cierto es que la gestualidad, que muchas veces en política dice más que las palabras, muestra que el camino, al menos hasta la próxima elección en 2023 lo seguirán transitando juntos buscando las reelecciones en provincia y municipio respectivamente.
Esto, obligará a los sectores opositores a agudizar el ingenio para encontrar la estrategia que deberán llevar adelante para ganar las elecciones que vienen y quedarse con los principales despachos del Centro Cívico Grand Bourg y el Centro Cívico Municipal.
Hasta ahora, en lo que hace a la gobernación, sólo la voz del dirigente PRO, Martín Grande, se alzó de manera clara para decir que quiere gobernar la provincia y disputarle esa posibilidad a Sáenz y a cualquier otro.
Aparte de él, algunas pintadas en paredes de la ciudad muestran uno que otro nombre pero por ahora nada serio.
Lo mismo ocurre en el caso de la Municipalidad capitalina. Por encima de algunas menciones en las redes sociales, todavía no apareció nada ni nadie que indique que haya vecinos/as con la intención de disputarle la intendencia a Bettina Romero.
Elecciones desdobladas
Claro que si bien todavía es temprano, habrá que estar atentos a lo que ocurra cuando hayamos pasado la mitad de este año 2022, ya que trás los muros comienzan a escucharse ruidos que indicarían que Salta, una vez más, desdoblaría las elecciones provinciales de las nacionales tal como ocurrió anteriormente.
Según lo que se escucha, no alto y fuerte todavía, los comicios se llevarían adelante en los meses de Abril o Mayo de 2023 dependiendo de varios factores, el más importante es el sanitario, aunque se descuenta que ya para esa fecha la pandemia si bien no habrá terminado por lo menos estará controlada y empezará a dar respiro a todo, también a la política.
De todas maneras, ya en los mentideros políticos el tema ocupa el tiempo de las tertulias y merece, según quien las vuelque, opiniones a favor y en contra.
Para quienes abrevan en los manantiales oficialistas, la idea es muy buena porque otra vez le permitirá a los salteños diferenciar la gestión provincial de la nacional y eximirla de la «contaminación» que arrastraría la grieta que ahora es mayor, porque en el oficialismo nacional se abrió un espacio «albertista», enfrentado con el tradicional kirchnerismo o cristinismo.
«La grieta no va a desaparecer, al contrario. Ahora hay una nueva adentro del gobierno y del Frente de Todos», sostiene un dirigente K salteño que aclara «seguir estando donde estuve siempre, es decir al lado de Cristina».
Ante esta realidad, resulta hasta lógico que desde el gobierno provincial ya se está analizando la posibilidad de desdoblar las elecciones a fin de no caer en una situación compleja que traería más confusión al ya enrarecido clima político que vive nuestro país en este tiempo.
Esta experiencia ya la llevó adelante Sáenz y le dio muy buenos resultados, por eso tendría sentido que ahora, con un escenario nacional mucho más complicado, la vuelva a poner en práctica asegurando así que los salteños/as pongan en la balanza únicamente su tarea en estos cuatro años sin sentirse «influenciados» por lo que pase con los candidatos presidenciales.
«Por eso tiene sentido la idea de Gustavo (Sáenz) de armar un movimiento político provincial que convoque a los salteños a luchar por los salteños, alejados de las disputas porteñas que en nada nos favorecen», sostiene un dirigente cercano al gobernador.
De todas formas, queda un tiempo amplio para que, como dijimos en columnas anteriores, los diferentes espacios políticos de la provincia se organicen para llegar al año que viene de la mejor manera posible y con chances ciertas de disputar los principales espacios de poder que estarán en juego.
Para quienes están en la vereda de enfrente del Gobernador, las elecciones no deberían desdoblarse evitando así un gasto excesivo que, dicen, se podría volcar en atender otras cuestiones, principalmente sociales.
Lo cierto es que hasta que no se conozca una decisión formal en ese sentido, solo se tratará de versiones pero lo recomendable sería ir «abriendo el paraguas» para que cuando caigan las primeras gotas, no agarre a buena parte de la dirigencia política salteña a la intemperie, no es cierto?…
