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Elecciones: El peronismo salteño intentará juntarse para destronar a Sáenz – Por: Daniel Salmoral

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DANIEL SALMORAL.- La visita a Salta días pasados del ministro del Interior de la Nación, Wado de Pedro, sirvió para desnudar la dura interna que existe entre los sectores peronistas en todas sus variantes.

Los dirigentes de uno y otro lado, sometieron a la figura del presidente Alberto Fernández a un proceso de «tupacamarización», ya que todos le pedían al Ministro el respaldo presidencial para su sector, de cara a las elecciones provinciales y nacionales.

De su visita, De Pedro se llevó que en Salta hay una importante fragmentación entre lo que es peronismo, pero solidez en lo que es el sector que lidera Gustavo Sáenz el gobernador de la provincia, y hoy por hoy el aliado político más importante que tiene el gobierno nacional en la provincia.

Para el presidente Fernández, el espacio político que lidera el primer mandatario es el que tiene que preservar habida cuenta que Sáenz es quien ha salido victorioso en las últimas contiendas electorales en la provincia, por lo tanto para la Casa Rosada las buenas relaciones que viene manteniendo con el gobierno salteño es importante sostenerla ya que si bien es cierto no hay nada escrito y firmado, es un hecho que los diputados nacionales que lleguen a las bancas desde ese lado, apoyarán las medidas que proponga el gobierno nacional como retribución al permanente apoyo que la administración albertista le ha dispensado a la gestión saencista.

Esta realidad es la que molesta y mucho al peronismo vernáculo, lo que llevó al intercambio de mensajes entre sus dirigentes para tantear la posibilidad de un acuerdo que les permita quedarse con el control político de la provincia y desplazar así del poder a Sáenz, a quien si bien no le niegan su origen peruquiano, si le recriminan que varios de sus funcionarios y buena parte de su gestión muestra matices «macristas».

«Si actuamos con inteligencia nos quedamos con el gobierno provincial y las principales intendencias. Gustavo (Sáenz) gana porque nosotros estamos divididos; si no fuera así, no la tendría tan fácil, por eso lo que tenemos que hacer es dejar las diferencias personales y trabajar juntos para quedarnos con el gobierno de la provincia en 2023 para lo cuál hace falta que hagamos una muy buena elección este año», fue lo que un dirigente le transmitió a este Portal.

Si bien la idea en la teoría puede ser buena, las dudas surgen cuando algunos de ellos se preguntan si será posible llevarla al terreno de los hechos concretos habida cuenta de los desencuentros que la mayoría de la dirigencia peronista de la provincia viene arrastrando desde hace ya varios años.

Los principales actores de esta historia, afirman que la «peor gestión es la que no se hace», por eso se han mostrado dispuestos a hacer el intento aunque saben que el tiempo material y la pandemia jueguen en contra.

«No debe ser tan difícil juntar en una habitación a los principales referentes del peronismo salteño en todas sus variantes y exigirles la conformación de un espacio de unidad o por lo menos de coincidencias, para tener chances ciertas de llegar a la gobernación dentro de dos años. Si somos lo suficientemente inteligentes lo lograremos pero si seguimos cada uno cuidando su quintita, cualquiera nos desplazará del poder por años», afirmó un entusiasta impulsor de esta idea.

Desembarca el «Peronismo Republicano»

A todo esto, se espera que en los próximos días se haga el anuncio de la aparición del «Peronismo Republicano» en la provincia de la mano de uno de sus principales impulsores a nivel nacional, Juan Carlos Romero.

El senador nacional junto a Ramón Puerta, Miguel Ángel Pichetto y varios importantes intendentes del conourbano bonaerense, son los creadores de esta nueva corriente que buscará instalarse en el escenario político nacional y mostrar que es posible una alternativa electoral para los argentinos por encima del kirchnerismo y el macrismo, dejando atrás definitivamente la «maldita grieta».

Este nuevo intento por sacar a la sociedad de la perversa opción entre los K y los M, tendrá chances de ser una realidad siempre y cuando sus referentes nacionales y los que surjan en las provincias, como la nuestra, sean capaces de mostrar grandeza, claridad e inteligencia para generar de esta manera nuevas expectativas en una sociedad hastiada de ver como en la cúpula, Mauricio Macri y Cristina Kirchner se cascotean a gusto, mientras ellos siguen sufriendo las consecuencias por la crisis económica y arrastrando los problemas de salud a causa de la pandemia.

El antecedente anterior a esta nueva opción que se está generando en el amplio terreno del peronismo, tiene su antecedente en lo que fue la que crearon en 2019, dirigentes como Sergio Massa; Juan Schiaretti; Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto, que se malogró porque al final Massa abandonó el tinglado y se fue con el kirchnerismo, mientras que Pichetto se sumó a Juntos por el Cambio; Urtubey creó junto a Roberto Lavagna «Consenso Federal», mientras que Schiaretti se quedó en su Córdoba y la alternativa finalmente murió de inanición.

Ahora, con nuevas expectativas, arranca esta nueva oportunidad nucleando a dirigentes con ADN peronista a los que los une su rechazo a todo lo que huela a kirchnerismo y con esa bandera esperan aglutinar no solo al peronismo sino a la mayoría de la sociedad argentina, superando así la ociosa pelea entre el macrismo que lucha por no morir y un kirchnerismo que día a día esmerila más el poder del presidente Fernández, imponiendo cada vez de forma clara la figura de Cristina Kirchner como la que en verdad hoy gobierna la Argentina.

Ese «Peronismo Republicano» es el que se empezará a recrear en Salta, teniendo como precandidato a diputado nacional a Juan Esteban Romero, por ahora, dentro del frente de JxC.

De acuerdo a lo que este Portal pudo conocer, pasada esta semana tan cara para la grey católica mundial, esta nueva propuesta saldrá a la luz y comenzará su accionar en la geografía salteña.

A partir de allí, veremos como se empieza a articular el armado de los frentes y también aparecerán algunas candidaturas provinciales y municipales.

En otros ámbitos como el de «Ahora Patria», el partido que lidera Alfredo Olmedo y preside el diputado provincial, Carlos Zapata, apura conversaciones con otras fuerzas políticas afines con la intención de mostrarse también como una oferta ajena a los M, los K y los S (saencistas), aunque las charlas para acercar posiciones recién empiezan.

El frente K como dijimos y ante la presencia de Wado de Pedro, se exhibió dividido en al menos dos sectores: Gonzalo Quilodrán y Pamela Ares por un lado, y Sergio «Oso» Leavy y José Antonio Vilariño por el otro.

Ambos, esperan la «bendición» nacional que no saben si llegará porque el gobierno nacional, seguramente, no querrá desairar a Gustavo Sáenz que saben, por este tiempo al menos, es el dueño de la mayoría de los votos en Salta.

Luego de los feriados de Semana Santa, las cosas deberán empezar a tomar forma y las especulaciones de esta hora pasarán al terreno de las realidades.

La tregua de esta semana que se inicia este domingo será la última, luego de eso, la estrategia para las batallas electorales que vienen empezarán a conocerse.

El párrafo final es para aclarar algunas versiones de los últimos días que decían que las elecciones provinciales del 4 de julio podrían postergarse por el crecimiento de contagios por coronavirus y la escases de vacunas.

Sobre eso, horas atrás el secretario general de la Gobernación, Matías Posadas, reafirmó la fecha de los comicios y aseguró que con todos los cuidados y protocolos que establezca el COE, las elecciones se harán en Salta el primer domingo de julio.

Eso quiere decir que a la dirigencia política provinciana, no le queda otra que armar todo y ponerse a trabajar, con nuevos modos, en lo que será una campaña electoral atípica y complicada sin dudas.