DANIEL SALMORAL.- «Ya está el dictamen listo para que en la sesión de este jueves, aprobemos la suspensión de las PASO, ratifiquemos que se votará con el sistema electrónico y también incorporemos la ficha limpia», dijo a este Portal un senador provincial cuando fue consultado sobre que pasaría finalmente con ese tema que en principio se debería haber tratado en la última sesión del Senado Provincial.
Según lo dicho, este jueves venidero será el día para dejar de lado, al menos para el comicio de 2021, esta herramienta electoral que tiene adeptos y detractores.
Con las PASO fuera de cartel, deberán ser entonces los partidos políticos y los frentes electorales quienes definan su grilla de candidatos a través de procesos internos, listas de consenso o bien, como dijo el titular de un partido, por medio de convenciones, congresos o asambleas partidarias, que deberán ser convocados al efecto.
Ya con ese tema resuelto, lo que queda por establecer es cuando se harán las elecciones provinciales y municipales en Salta, ya que fuentes confiables a las que recurrió el Portal, adelantan que en la provincia se votaría en una fecha distinta a las nacionales que, ya se sabe, se harán el domingo 8 de agosto las primarias (PASO) y el domingo 24 de octubre las generales.
Según la fuente, en Salta la elección general se realizaría entre abril y junio de 2021 (dicen junio preferentemente), pero lo concreto es que los comicios locales se harían bien separados de los nacionales a efectos que los ciudadanos salteños tengan la oportunidad de evaluar, únicamente, la gestión provincial de Gustavo Sáenz en este conflictivo y pandémico 2020, para que de esa manera no se «contamine» con lo hecho por Nación de la mano de Alberto y Cristina Fernández y su equipo de gobierno.
La idea, relatan, sería para permitir que los votantes de la provincia pongan en la balanza en una primera fecha electoral, sólo lo hecho por el gobierno de Sáenz para luego recién tener en cuenta lo realizado por la gestión kirchnerista de los Fernández.
«Todos los números que han mostrado algunas mediciones locales y nacionales, indican un alto grado de aceptación a la gestión del gobernador Sáenz. Eso, estaría indicando que en esta elección de medio término, los candidatos a las bancas provinciales y también municipales que lleven el aval del Gobernador, serían las que podrían ocupar mayoritariamente, por eso creemos que no tiene sentido juntarlas con las nacionales donde la evaluación de los votantes podría tener una perspectiva diferente», comentó un dirigente peronista y a la vez funcionario de gobierno consultado.
Si bien es cierto la relación de Gustavo Sáenz con el gobierno nacional a través de sus funcionarios y con el propio Presidente está en inmejorables condiciones, la heterogénea composición del frente «gustavista» en la provincia, muestra que a nivel nacional hay partidos y agrupaciones que lo componen que no adhieren a la gestión K y eso generaría complicaciones en una elección unificada.
«Nosotros en Salta, seguimos formando parte del frente que con Gustavo (Sáenz) constituimos hace ya tres elecciones, y allí conviven expresiones de distintos orígenes y con varias intenciones de apoyo a nivel nacional. Tenemos dirigentes y partidos de clara identificación con el PRO o Juntos por el Cambio, y hay otros que apoyan al gobierno nacional actual, pero eso no nos impide convivir en la gestión y en el frente político que lidera el Gobernador, por eso la idea es seguir apostando a esa convivencia, sosteniendo y ayudando en la gestión provincial y dejando que cuando llegue la elección nacional, cada partido, agrupación o dirigente, elija a quien apoyar para las bancas nacionales según su parecer político», afirmó de manera contundente una tercera voz.
Hay que reconocer que esta forma de conducción, le ha resultado favorable y conveniente a Sáenz, a quien en los comicios anteriores, sus opositores de entonces intentaron encasillarlo con el gobierno que había conducido Mauricio Macri y Cambiemos, pero a pesar de esos furiosos intentos en verdad nunca lograron los efectos de desgaste deseados.
«Sáenz es Macri», se escuchaba repetir por todos lados a los candidatos del Frente de Todos, pero a pesar de los esfuerzos por dinamitar sus posibilidades, la mayoría de los salteños lo apoyaron de manera contundente y echaron por tierra el encasillamiento al que se lo quería someter.
Ahora, con un escenario nacional distinto, la cosa no ha variado demasiado para él en la provincia.
Para algunos dirigentes que han llegado a bancas y cargos ejecutivos, su desembarco en la CAP del Partido Justicialista de la mano de Pablo Outes, Antonio Hucena, Dante Rosas, y sobre todo del funcionario nacional, Emiliano Estrada, significa un claro alineamiento nacional con el PJ, y eso les provoca rechazo por cuanto, afirman, «nosotros no somos peronistas y menos aún kirchneristas, por eso si el Gobernador se va a alinear con ellos, no podemos seguir siendo parte de su frente político en Salta», han dicho algunos dirigentes del PRO.
Otros en cambio, del mismo partido como «Unidos para el Cambio», han ratificado su pertenencia al frente local y han adelantado que seguirán apoyándolo más allá que a nivel nacional no votarían a candidatos que respondan a Alberto y Cristina Fernández.
«Estamos muy de acuerdo conque se desdoblen las elecciones provinciales de las nacionales, porque de esta forma podemos apuntalar la gestión de Gustavo y a nivel nacional, luego, elegir a quienes creamos que de puedan defender los intereses de la provincia en el Congreso», esgrimen a manera de justificación política.
«Seguimos siendo un frente provincial y como tal actuaremos en esta elección como ya lo hicimos antes», afirman.
Ya con este escenario, la cuestión ahora será ver cómo van a resolver sus cuestiones internas los partidos para elegir sus candidatos.
Si bien lo más saludable y democrático sería llevar adelante procesos internos, no todos los partidos y agrupaciones estarían en condiciones de llevarlo adelante dado el escaso tiempo para poner en marcha partidos políticos prácticamente abandonados, por eso la salida serían alcanzar listas de consensos o elegidas por la máxima autoridad partidaria que son los congresos, las convenciones o las asambleas y eso será lo que se deberá comenzar a discutir a la brevedad.
Con sólo 32 bancas provinciales y municipales en juego en la Capital (1 senador; 9 diputados y 21 concejales), la puja por ocupar esos lugares en las boletas electrónicas, ya sin las PASO, anticipa una larga lucha, a «codazos» seguramente, para no quedar afuera de las listas.
Esta nueva realidad electoral, será complicada para muchos porque ahora ya no tendrán el financiamiento del Estado, por eso cada uno que quiera ser candidato deberá utilizar sus propios recursos para ganar la interna de su partido, en caso que estas se lleven adelante finalmente.
Ya con la elección legislativa provincial y municipal definida, sería casi razonable que la elección nacional, en agosto y octubre del año que viene, no tenga tantos interesados en participar habida cuenta que las bancas en juego para diputados nacionales serán solamente tres, pero eso ya será otra historia.
Por lo pronto, lo que ocupará la atención de oficialistas y opositores, serán los comicios locales y será interesante observar cómo se va conformando el tablero de cada espacio con sus respectivos candidatos.
Para la gestión de Sáenz, ganar la elección junto a sus socios significará que se ratificó el apoyo a su gobierno y a la vez habrá consolidado su liderazgo político en Salta, lo que lo dejará muy bien parado en el concierto nacional además de la tranquilidad que traerá para encarar sus siguientes dos años de gobierno, ya sin los terribles efectos de la pandemia, y dándole a su gestión la impronta que, sostienen sus allegados, hasta ahora no pudo ponerla en práctica porque tuvo que atender principalmente las consecuencias que trajo el Covid-19 a la comarca.
Para el final, un ya retirado protagonista importante de la política vernácula dejaba su reflexión sobre lo que viene políticamente en Salta.
«Sáenz tiene todo para que sus candidatos ganen esta elección en la mitad de su mandato. A decir verdad, afuera de la carpa que él lidera no queda mucho. Controla el Ejecutivo, la Legislatura está a su disposición y la Justicia se mueve a su ritmo. Además, el gobierno nacional lo viene apoyando de manera clara. Con todo eso, es muy difícil pensar que pueda perder esta elección que viene, sobre todo porque en la vereda de enfrente es muy poco lo que puede verse con chances de arrebatarle alguna banca en disputa. Este chango, no podría tener un escenario electoral más favorable», afirmó.
Todo parecería indicar que es así pero no habría que cantar victoria. Un antiguo y sabio dicho popular aconseja, «no ponerse la piel del oso, antes de cazarlo».
