Una oposición confundida ante la centralidad de Cristina – Por: Daniel Salmoral

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«DANIEL SALMORAL.- «Se ve que los dirigentes de Juntos por el Cambio no conocen lo que decía Napoleón Bonaparte: cuando veas que tu enemigo se está equivocando no lo interrumpas».

Era el comentario que dejaba un peronista no kirchnerista que en algún tiempo ocupó un escaño en el Congreso representando a los salteños.

Lo decía porque según su mirada, los de JxC  deberían hacer esfuerzos para que Alberto Fernández permanezca seguro en el sillón presidencial, por lo menos hasta las elecciones, porque con eso se aseguran un triunfo en los comicios del año que viene.

Analizando, el ex legislador salteño podría tener razón.

«¿Adónde va a encontrar la oposición un tipo en tan importante lugar de poder que cometa tantas bestialidades a cada paso?. Especies como la de Alberto debe haber muy pocas en la historia política universal y aquí lo quieren desaprovechar», siguió diciendo el observador, quien aseguró estar cansado de ver como se quedaron con la rica y sacrificada lucha de su partido, bucaneros de baja estofa que lo único que saben hacer es venderle a la «gilada», chupetines de madera saborizados con azúcar impalpable.

Para el Frente de Todos, más allá del show montado por la propia Cristina Fernández y La Cámpora en la puerta de su departamento que generaron disturbios graves con la Policía Metropolitana porque pretenden llevar adelante un acampe, los números de las encuestas no le son favorables a ninguno de los dirigentes del espacio.

Quien encabeza el ranking negativo es Alberto Fernández, seguido por Cristina, su hijo Máximo, Axel Kicillof y Sergio Massa, quien a pesar de haber mejorado su imagen desde que llegó como superministro al Gabinete Nacional, sigue teniendo una mirada negativa, (mayor al 65%) por buena parte de la sociedad.

Ni aún, las absurdas e inexplicables peleas internas en Juntos por el Cambio, generaron un aumento en la consideración positiva de los dirigentes del oficialismo, que sin embargo beneficiaron a Javier Milei, el Libertario, quien recuperó puntos luego de su caída después de sus declaraciones polémicas como la de estar a favor de armar a los ciudadanos y la venta de órganos, pero todavía está lejos de mostrarse como una alternativa para quebrar la grieta.

Así las cosas, luego del pedido de condena a la vicepresidenta y algunos miembros de su troupe, la elección del año que viene sigue sin motivar a una sociedad que le preocupan otras cosas y no la cuestión electoral.

Después de los recortes anunciados por Massa en los presupuestos de Salud, Educación, Obra Pública y en el envío de fondos a las provincias, quienes no están fanatizados con este gobierno comienzan a hacer escuchar sus críticas a las medidas massistas.

«Si Macri ( Mauricio) hubiera anunciado esos recortes presupuestarios ya tendría varios piquetes en la puerta de la Casa Rosada, pero como muchos están mirando lo que le pasa a Cristina y no a ellos mismos, no se ven, al menos por estos días, quejas importantes por los recortes pero cuando baje la espuma del tema judicial, seguro que habrá reclamos importantes, sobre todo de los gobernadores, quienes tienen comprometidas importantes obras en sus provincias», le dijo a este Portal un funcionario que pidió no ser nombrado.

Ese en verdad y por encima de la victimización de Cristina que tiene obnubilado a su núcleo duro, es el real problema que los ciudadanos enfrentarán a partir de la llegada del noveno mes del año.

Si a esto le sumamos los tarifazos en agua y luz que se intenta disimular desde los despachos de Casa Rosada, se armará un combo fatal para las golpeadas billeteras de los caballeros y carteras de las damas, quienes sentirán fuertemente el cimbronazo cuando los subsidios ya no existan.

Con ese cuadro, Massa sale esta semana al mundo a buscar dólares con la esperanza que, si los consigue, la inflación no siga desbocada y los precios no crezcan todos los días, aún cuando se intentan acuerdos con fabricantes y comerciantes para evitar la disparada.

Con esa realidad cotidiana, los ciudadanos/as de a pie expresan algo muy lógico: «Así como los gobernantes K se preocupan por su jefa política y buscan evitarle una condena, deberían ocuparse de nosotros que no tenemos ni para comer ni atender nuestras necesidades elementales de todos los días», expresa la calle.

Tienen razón. Esa debería ser la real ocupación desde Alberto Fernández hasta el más humilde de sus funcionarios pero sabemos, a estas alturas, que ello no ocurrirá.

Saben que ni aunque la vice zafe de su situación judicial y mágicamente le limpien las causas y pueda ella y su banda disfrutar del botín con tranquilidad, siempre aparecerá algo que impedirá que este gobierno se ocupe de los argentinos, sobre todo de los más vulnerables.

Si bien para la elección de 2023 falta un buen trecho, los desencuentros en Juntos por el Cambio siguen haciendo ver que las opciones fuera del Frente de Todos aún no convencen, y eso es lo peor que le podría pasar a la sociedad.

Esta realidad se complica teniendo en cuenta que además, desde el gobierno nacional, se buscará eliminar las PASO a efectos de complicar todavía más la interna opositora.

«Sin alternativas, es difícil imaginar el futuro», también se dijo, y eso es lo que podría pasar políticamente el año venidero.

«Si Juntos por el Cambio no es capaz de resolver sus diferencias internas y mostrarse como una opción seria y creíble, es probable que el Frente de Todos saque de la galera un candidato/a de última hora y conserve el gobierno», sostienen algunos analistas.

Aunque difícil no es imposible, como nada lo es en política, y esto debería considerarlo la dirigencia del PRO, UCR, CC y los otros que suman al arco opositor.

Por ahora, la centralidad la tiene Cristina y en la medida que sus oponentes no reaccionen acertadamente y rompan su estrategia, podrá seguir diciendo, como lo hace ahora, que todo gira alrededor de ella teniendo en jaque al país.

Por estos días es así y la política se mueve al compás de la música que ella interpreta.

En Argentina, un país en el que se asesinó a un Fiscal Federal y no pasó nada y está costumbrado a idolatrar ídolos de barro y venerar delincuentes, todo es posible, por eso las gorras con la inscripción «CFK 2023» que aparecieron en las concentraciones de Recoleta, podrían ser no una exageración sino un preanuncio, como dicen los incondicionales cristinistas que se manifiestan a diario en su favor.