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Trump en campaña: esperaba 100 mil pero no llegó ni a 20 mil asistentes

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DANIEL SALMORAL.- El magno regreso de Donald Trump a los escenarios, tras meses de ausencia forzada por el Covid-19, terminó en un fiasco. Desde días antes el presidente presumió que un millón de personas se habían registrado para el evento en Tulsa, Oklahoma, y aunque se podría pensar que no era más que una de sus exageraciones habituales, la planificación del evento indica que efectivamente la campaña esperaba a miles de asistentes más de los que llegaron. 

La expectativa era tal que incluso armaron un escenario afuera del BOK Center de Tulsa para los miles de espectadores que se quedarían sin lugar adentro. Trump y el vicepresidente Mike Pence dirigirían un mensaje desde el escenario exterior antes del gran show de la noche. El discurso doble no fue necesario. Las fotos de anoche muestran los alrededores de la arena prácticamente vacíos.  De acuerdo con NBC News, el departamento de Bomberos de Tulsa reportó 6,200 asistentes al evento de Trump. Un fiasco tan evidente como la cara desencajada y la corbata suelta -una imagen muy inusual- al retirarse del acto.

Pero ¿cómo hicieron un error de cálculo tan grande? La respuesta podría estar en TikTok y los fans de las bandas juveniles de pop coreano, género creativamente conocido como K-pop. Días atrás CNN reportó que usuarios de la red social TikTok habían subido videos donde narraban haberse registrado para el evento del presidente.

Trump se retira del acto en Tulsa con la corbata suelta y la gorra en la mano.

«Un video, con más de un cuarto de millón de vistas, hacía un llamado a los fans de música pop sudcoreana en particular a que se unieran a la campaña», explicó CNN.

En Twitter, Parscale se justificó diciendo que la asistencia había sido frustrada por «manifestantes radicales», quienes -alimentados por una semana de cobertura mediática apocalíptica- «interfirieron con los simpatizantes de Donald Trump en el mitin».

La congresista y líder del movimiento progresista Alexandria Ocasio-Cortez respondió que, de hecho, «Acabas de ser ROCKEADO por adolescentes en TikTok que inundaron la campaña Trump con reservaciones de boletos falsas y te hicieron creer que un millón de personas querían tu open mic de supremacía blanca lo suficiente como para llenar una arena durante [la crisis] del Covid».

Los fans del K-pop, quienes durante años han sido objeto de burlas en internet por la pasión con la que siguen, defienden y debaten sobre las bandas coreanas, este año dieron un salto al activismo que nadie esperaba. A principios de junio la policía de Dallas pidió a los ciudadanos que enviaran videos registrando «actividad ilegal» durante las protestas contra la violencia policiaca a través de una app llamada iWatch Dallas. La respuesta de los fans del K-pop fue saturar la aplicación de la policía con cientos de miles de videos de sus bandas de pop favoritas, clips del videojuego Animal Crossing –cuyo lanzamiento coincidió con la crisis global del Covid, volviéndolo un fenómeno global de ventas- gifs, y otros contenidos irrelevantes para los policías. Al parecer lo de Dallas era sólo el comienzo.

De acuerdo con el New York Times, los usuarios que participaron en la convocatoria para arruinar el mitin de Trump borraron sus videos uno o dos días después de propagar la información. El objetivo era evitar que el plan llegara a oídos de los organizadores o de la Casa Blanca.

Simpatizantes de Trump controlan los accesos al BOK Center de Tulsa.

La arena con capacidad para 19 mil espectadores se quedó muy lejos del lleno total. Las fotografías muestran toda el área superior vacía, y ni siquiera el área de abajo se pudo llenar. El jefe de campaña del presidente, Brad Parscale, cuya especialidad por cierto son las redes sociales y la comunicación digital, dijo el domingo a CNN que «izquierdistas y trolls de internet están haciendo una vuelta del triunfo, pensando que de algún modo impactaron la asistencia, no saben lo que están diciendo ni cómo funcionan nuestros mítines».

De acuerdo con Parscale, la campaña filtró miles de teléfonos supuestamente falsos de las listas de asistencia, «estás solicitudes falsas de boletos nunca fueron un factor en nuestra planeación».

La subdirectora de comunicación de la campaña el martes pasado declaró que estos esfuerzos no tienen impacto. «Los izquierdistas hacen esto todo el tiempo. Piensan que si se registran para boletos eso dejará lugares vacíos. No es el caso. Siempre hay muchas más solicitudes de boletos que asientos disponibles para un evento. Todo lo que hacen es darnos acceso a su información de contacto», sostuvo.

La pregunta entonces es, ¿por qué la campaña esperaba por lo menos 100 mil asistentes?

Ley y orden

En lo que respecta al mensaje de Trump, las cosas no han cambiado mucho. El presidente insistió en su campaña de la ley y el orden, de combatir al crimen y a los manifestantes violentos, a pesar de que encuestas recientes indican que la mayoría de la población quiere reformas a las policías. Se trata de un mensaje común para un candidato desde la oposición, pero muy extraño escucharlo de un presidente en funciones que ha tenido tres años y medio para imponer orden.

Trump advirtió que su rival, el exvicepresidente Joe Biden, «siempre buscará agacharse ante la turba enardecida, y nunca te va a proteger a ti o a tu familia».

Manifestantes del movimiento Black Lives Matter protestan afuera del BOK Center en Tulsa.

Afuera de la arena se dieron cita manifestantes pacíficos, lo que no impidió que Trump lanzara nuevas amenazas, como lo hizo la noche del viernes en Twitter. «El alcalde y el gobernador hicieron un gran trabajo, pero había personas muy violentas», acusó. «Y nuestra gente no es tan violenta. Pero si lo fueran, sería un terrible, terrible día para el otro bando, porque yo conozco a nuestra gente. Nunca se rendirían ante sus amenazas, y nunca permitiremos que destruyan nuestra nación», arengó desde el estrado. 

No hubo legitimación alguna a las demandas de los millones de manifestantes que exigen reformas a las policías locales en todo Estados Unidos, ni a las acusaciones de racismo institucionalizado en la sociedad estadounidense.

¡Casi un millón de personas solicitaron boletos para el Rally del Sábado por la Noche en Tulsa, Oklahoma!

Sobre la crisis del Covid-19, Trump dijo que la razón por la que el número de casos seguía incrementando -a pesar de que el país ya está reabriendo-era la cantidad de pruebas. «Le dije a mi gente, bájenle a las pruebas», reconoció el presidente.

La estrategia de Trump es clara: redoblar en el mensaje que complace a su base. Se trata, nuevamente, de una estrategia extraña. Usualmente un presidente que busca la reelección intenta hacer crecer a su base atrayendo a votantes indecisos o apartidistas, a sabiendas de que la base dura votará por él casi de manera incondicional. En este caso la apuesta de Trump sigue siendo asegurar ese -más o menos- 30% del voto que ya de por sí le es incondicional. No envía un mensaje para las clases medias educadas, ni para las jóvenes o las mujeres de los suburbios, quienes, por cierto, le ayudaron a ganar en 2016 y este año parecen haberle dado la espalda.

Fuente: La Política Online