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Sergio Massa busca rearmar su candidatura: bendición de Cristina Kirchner y la posible fórmula presidencial

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El ministro de Economía corre para la carrera presidencial en un acuerdo con la Vice. La mujer del santiagueño Zamora, la elegida de CFK.

DANIEL SALMORAL.- Se viven días de extremo nerviosismo en la coalición gobernante. La crisis cambiaria y la reaparición en un acto de Cristina Elisabet Kirchner alteró los ánimos de los principales actores del culebrón peronista.

Una muestra de eso se vivió este miércoles a la noche en el Ministerio de Economía. Sergio Tomás Massa juntó todo su equipo. Estaban en el Salón Scalabrini desde Raúl Rigo, Leonardo Madcur y Gabriel Rubinstein hasta funcionarios del Banco Central y Ariel Sujarchuk, ex secretario de Estado que volvió a sus pagos (Escobar) para la pelea electoral 2023.

Massa, tenso, sobreactuó dureza y dio un mensaje para que se divulgue: «Esto no es para cagones… El que tenga miedo, se baja ahora o se compra un perro». El viceministro Gabriel Rubinstein, hombre no acostumbrado a esas tretas políticas, por momentos se puso pálido. Pero la verdadera desesperación sucedió cuando la crisis llevó al dólar blue a rozar los 500 pesos, el pasado martes.

El ministro de Economía monitoreó cada episodio de la agitada semana cambiaria con Cristina Kirchner. También estuvo en línea con Alberto Fernández pero la sintonía fina de los sucesos los manejó con la Vicepresidenta. El equilibrio del Frente de Todos ha quedado reconfigurado en las últimas horas y el acto de CFK en La Plata de este jueves, terminó de delinear el mapa: las decisiones políticas fuertes, incluyendo las electorales, pasan por Cristina y por Massa. Y apenas convidan algunos gestos (el ministro, no Cristina) al jefe de Estado, como la reunión de este viernes con varios gobernadores peronistas.

Cristina reapareció este jueves en el Teatro Argentino de La Plata . Massa conocía los ejes del discurso de CFK pero siguió con atención la hora y media de esa alocución, donde recibió «mimos» por el manejo de la crisis cambiaria y por el uso del swap con China: «Sergio» y «el ministro de Economía» fueron las referencias de la abogada platense, quien no mencionó en momento alguno al Presidente.

La aparición de CFK dejó varias señales: la decisión de polarizar con Javier Milei y dejar así fuera del debate a Juntos por el Cambio. Que la idea de sus dirigentes más fieles de un «súper acto» el 25 de mayo quedó en stand by. La decisión geográfica lo definió: del sueño de de una avenida 9 de Julio repleta -y como corolario de un operativo clamor- a un teatro coqueto y con todas las seguridades necesarias para la seguridad y la confortabilidad de la jefa política del kirchnerismo.

Otro elemento fue la presencia de Axel Kicillof y Máximo Kirchner, sentados juntos. Uno irá a la pelea por la reelección en la gobernación y el otro, tendrá la lapicera para las listas bonaerenses: todo decisión de CFK.

Conseguida la intención del cristinismo de poner la centralidad política en manos de su líder, lo que sigue es «el plan B» para la disputa presidencial. Los más cercanos a la Vice, se fueron convencidos de que, hoy, Massa cuenta con la bendición mayor. Y para eso, Cristina considera darle un guiño a los gobernadores en la fórmula. Claudia Abdala de Zamora, esposa del mandatario santiagueño Gerardo Zamora, es el nombre preferid para completar la nómina.

«Así cerrás a los gobernadores, nominás a una mujer, que encima es del interior. Una señal al ‘Norte grande’, donde están los votos», razona uno de los asistentes al acto de La Plata. Cristina no definió si será candidata aún pero con su frase de «yo ya di todo. Presidenta no, no», dicha cuando la militancia le pedía eso, abre el espacio para que compita por el Senado en la Provincia. Así, sumaría fueros y una poltrona clave para lo que imagina como su futuro, que es ser la jefa de la oposición al próximo gobierno «de derecha».

En el entorno del gobernador radical de Santiago del Estero (aliado de los K) dicen que el cacique provincial no quiere jugar ese partido y que no serán, ni su mujer ni él, parte de esta ingeniería electoral.​

En ese escenario, resta saber qué destino imagina CFK para Wado de Pedro. En caso de que la inflación y el dólar impidan que Massa se muestre competitivo, el hoy ministro del Interior es quien cuenta con el OK de la Vicepresidenta y de sectores cristinistas, como el díscolo Juan Grabois.​

Mientras tanto, Massa  sueña con captar votos por fuera del núcleo duro kirchnerista. Y mantendrá equilibrio con Alberto Fernández, con quien se vio, por ejemplo, este viernes en el CCK y con un grupo de gobernadores como Raul Jalil, Mariano Arcioni, Sergio Ziliotto, Oscar Herrera Ahuad, Gerardo Zamora y Gustavo Melella.

Así, se verá de ahora en más, una estrategia común del cristinismo y el massismo enfrentando al albertismo. Víctimas de eso, Alberto Fernández y Daniel Osvaldo Scioli, quien no pretende ser el candidato del Presidente sino estar en la disputa electoral apoyado por todos los sectores del peronismo.

Este viernes, además, es el cumpleaños 51 de Massa. Habrá cena reservada en su casa de Tigre. Y charla hasta tarde, repasando lo que fue el acto platense, donde todo pareció indicar que le llegó la bendición pública de Cristina. Al menos por un rato, desaparecerán los nubarrones de la inflación indomable y del dólar desatado. Anula mufa.

Fuente: Clarín