Sus dichos con pocas horas de diferencia sobre la necesidad de dejar atrás las PASO y rediscutir el sistema electoral; más su apoyo explícito al candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, provocaron cimbronazos fuertes no solamente en el no siempre apacible Valle de Lerma, sino además en el Norte Grande y la Casa Rosada.
DANIEL SALMORAL.- Apenas salió de emitir su voto, el gobernador Gustavo Sáenz en charla con los periodistas que lo aguardaban para escuchar su palabra, fijó la agenda política de Salta para el año que viene, es decir el 2024.
“Desde que asumí, estoy planteando que las PASO deberían evitarse con internas de los partidos políticos para elegir sus candidatos y hacer así una sola elección. Los gobernadores habíamos pedido que se eliminaran, pero no nos escucharon”, comenzó diciendo ante la mirada de algunos cronistas que escuchan, algunos asombrados, esas palabras de Sáenz.
“Hay que comenzar a discutir los sistemas electorales y el año que viene será un buen momento para hacerlo porque no hay elecciones”, siguió diciendo el primer mandatario en lo que significa una importante definición sobre por donde pasará uno de los más importantes temas de la agenda política que llevaría adelante la provincia el año que llega.
Sáenz con sus afirmaciones no solo está diciendo que Salta se abocará a esta cuestión sino que también debería ser la Nación quien lo haga, a fin de hacerle más sencilla, cristalina y ágil la tarea de elegir sus gobernantes a los ciudadanos, que son los que sufren las consecuencias de un sistema electoral que a todas luces ahuyenta votantes y hace engorroso el sistema de selección primaria de candidatos.
PASO cuestionadas
Las PASO (primarias abiertas simultáneas y obligatorias) asomaban cuando se las presentó como la solución a la ya visible caída que tenía la participación y el compromiso con los partidos políticos por parte de ciudadanos, que comenzaban a descubrir las mañas y los entuertos que la dirigencia partidaria usaba para restar cada vez más la participación social.
Como consecuencia de esa realidad nacieron las PASO como una solución, pero a medida que transcurrió el tiempo, las elecciones mostraron su perfil más problemático que facilitador para que la voluntad popular se exprese legítimamente.
Paralelo a ello, el vaciamiento de los partidos políticos que pasaron a ser simples «sellos de goma» y sus sedes albergues pasajeros para afiliados y simpatizantes que, transitoriamente, se quedaban sin un lugar donde pasar las noches a resguardo.
En cada partido, sobre todo en los más grandes y tradicionales, desde las PASO, comenzó a vivirse una importante sangría dirigencial: aquel que discutía con la conducción partidaria, ya no se quedaba a zanjar las diferencias de manera interna, sino que se iba y armaba su propia tienda o kiosquito político al amparo de la nueva ley electoral que se lo permitía.
Conclusión: los partidos quedaron en un acelerado proceso de desaparición, la mayoría en «terapia intensiva», esperando un milagro solamente para no pasar al status de «ex partido político».
El gobernador Sáenz, en más de una oportunidad en charlas privadas, había manifestado su preocupación por esta realidad a la vez que expresaba su apoyo a la vida de las agrupaciones políticas, en las que se dirimían sus cuestiones a través de comicios internos, sobre todo para la elección de sus candidatos electorales a cargo de sus afiliados solamente.
Este pasado domingo habló de eso, fijó su postura de manera pública y adelantó que su idea será llevar este tema al plano de la discusión con todos los sectores de la política vernácula para ver de volver a los partidos políticos con todo lo que ello implica, a la vez que se rediscuta el sistema electoral, incluida la forma de votación, luego que el voto electrónico volvió a ponerse en duda, lo que alienta la implementación del voto único papel.
Estas cuestiones son las que el Gobernador anticipó que le propondrá a la sociedad salteña para que discutan y se cambien, si tienen que cambiar, a fin que los hombres y mujeres de a pie vuelvan a confiar en la política y los políticos como forma de mejorar los caminos en su marcha hacia el estado de bienestar.
Decidido apoyo a Massa
Ya sobre el final de la semana post PASO, el gobernador Sáenz provocó otro fuerte cimbronazo político con igual y sorpresivo efecto tanto en lo provincial como en lo nacional cuando desgranó otra frase cargada de definición política: «A mí y a los salteños nos conviene que Massa sea presidente», dijo en una entrevista y provocó en la provincia el efecto de un «hormiguero pateao», como decimos en el norte.
Hasta ahora, desde que asumió como intendente de la ciudad primero y como gobernador después, Sáenz había mantenido una postura equidistante de los espacios nacionales más importantes identificados masivamente, como «kirchneristas y macristas», originando así lo que se conoce como «la grieta».
«No me interesa estar en ninguno de esos extremos», decía el gobernador, palabras más palabras menos, argumentando que su obligación era darle respuesta a los salteños/as que lo habían elegido para que resuelva sus problemas y no para que se ocupe de cuestiones políticas personales.
Manteniendo esta posición le fue bien primero en la Municipalidad con Mauricio Macri como presidente y luego con Alberto Fernández en Casa Rosada cuando él ya ocupaba la sede gubernamental de Grand Bourg.
Esa postura que generaba a nivel nacional y entre sus pares gobernadores diversos comentarios, muchos de ellos críticos, en particular cuando sobre los precandidatos a diputados nacionales por la provincia consideraba que “hay que pensar que primero está la Patria, particularmente la Patria chica que es Salta, luego viene el movimiento de cada uno de ellos y por último los hombres”, agregando además que “los diputados nacionales, independientemente de los partidos políticos por los que lleguen, deben representar a Salta y defender los intereses de los salteños”.
Esa idea de priorizar la provincia y su gente antes que identificaciones partidarias nacionales había sido la que Sáenz sostuvo por casi ocho años, pero ahora quedaron atrás cuando pidió claramente el apoyo para la elección presidencial del mes de Octubre que viene, al candidato de Unión por la Patria, su amigo personal y ex compañero de fórmula presidencial en el año 2015, Sergio Massa, actual ministro de Economía de la Nación.
«A mí y a los salteños nos conviene que sea Sergio Massa el próximo presidente», expreso de manera fuerte y clara el gobernador salteño y agregó: «No le pido que apoyen a este gobernador, pido que apoyen a Salta. Tenemos que defendernos entre todos. Es defender las obras. Las obras quedan, nosotros nos vamos», para concluir diciendo: «Estamos pasando momentos económicos complejos y a él (Sergio Massa) le tocaron todas, en un momento en que se borraron todos», en clara alusión a los Fernández, Alberto y Cristina, de los que nadie sabe si existen todavía.
La contundencia de su declaración y pedido en torno a la figura de Sergio Massa provocó alivio en el entorno íntimo del ministro-candidato y en la zona de influencias de UxP a nivel nacional, pero asombro, preocupación y críticas en otros sectores políticos de la provincia por lo «inesperado, inconsulto e imprevisible que resulta«, sostuvieron cuando hablaron de ese asunto con este Portal dirigentes que integran su tienda política.
«El acuerdo que teníamos en nuestro frente que arrancó en 2015 y que lo tuvo y lo tiene a Gustavo (Sáenz) como líder y conductor indiscutido, se basaba en su prescindencia política nacional lo que nos permitía a los diferentes partidos que lo integramos, encontrar coincidencias en la provincia y en lo nacional cada uno inclinarse por sus partidos originarios, pero esta nueva posición que asumió nos obligará a replantear todo de cara a la convocatoria electoral nacional que llega en Octubre, pero sobre teniendo en cuenta lo que viene en la provincia ante la nueva gestión que debe iniciar Gustavo, ya reelecto», le dijo al Portal el dirigente de un partido que le dio forma al frente político que encabeza Sáenz y que tantos buenos resultados electorales y de gestión de gobierno le trajera en estos largos años pasados.
Ahora, ya con la contundente posición política tomada por el primer mandatario salteño, habrá que esperar las repercusiones que traiga no solamente en Salta y el Norte Grande sino sobre todo de los celosos e intrincados laberintos políticos que rodean a Massa, desde la Casa Rosada y las sedes del Instituto Patria y La Cámpora.
Lo mediato
Pasaron las PASO, vienen las Generales y el panorama político que se abre en Salta después de eso, ya preanuncia que no habrá espacio para la tregua y el sosiego.
Está bien. Así debe ser. Muchas veces se afirmó que la política no es para aquellos que prefieren la mansedumbre y la tranquilidad.
Por eso quienes incursionan en política, siempre deben recordar aquello que sabiamente asegura que «la serenidad no es estar a salvo de las tormentas, sino encontrarla en el medio de ellas».
