Inicio Locales A un año de la cuarentena hay salteños que siguen muy afectados

A un año de la cuarentena hay salteños que siguen muy afectados

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DANIEL SALMORAL.- El 20 de marzo de 2020 el presidente Alberto Fernández dispuso para todo el país el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO).

El miedo apocalíptico que se creó ante un virus desconocido, por un momento unió a todos los argentinos y dejó de lado la retórica inútil que propone la grieta.

Con el respaldo de todos los gobernadores, espacios políticos y la población, la medida que intentaba detener la cadena de contagios de coronavirus regía hasta el 31 de marzo. Sin embargo, la cuarentena se extendió y las prohibiciones a distintas actividades siguieron durante casi todo el año pasado.

A un año de la declaración de la cuarentena, El Tribuno conversó con empresarios locales que se vieron afectados por las restricciones que se impusieron durante casi todo 2020, reflejando la otra cara de la pandemia, la de aquellos que tuvieron que readaptarse para poder subsistir ya que les fue imposibilitado realizar su principal actividad.

Lo cierto es que aún hay sectores que no pudieron reactivarse, mientras crece el temor por la llegada de la segunda ola.

Lo que sí estará difícil es que se vuelva a cerrar todo, en lo que sería la instauración de la Fase 1.

Uno de los rubros más afectados por la pandemia fue el que involucra a la nocturnidad y en espacios cerrados. Mario Delaloye, un reconocido empresario bolichero, destacó que «fue muy duro» tener que cerrar sus locales bailables. «La verdad, sorprendido para mal. Más allá de que nos hallamos sorprendidos en ese momento, más nos sorprendimos cuando esto empeoraba, no se acababa y veíamos a nivel mundial lo que estaba pasando», expresó el empresario. Lo cierto es que al día de hoy los boliches no pudieron abrir, mientras abundan las fiestas clandestinas.

Los cines y teatros fueron otros de los rubros que tuvieron una de las prohibiciones más extensas. Jorge Abdenur, propietario del cine Opera, comentó que al principio pensó que el cierre o aislamiento iba a ser corto y que en dos semanas podrían reabrir las puertas nuevamente. Sin embargo eso no fue así.

«Nosotros cerramos dos semanas antes por el decreto que primero restringió los espacios públicos, donde el cine y el teatro fueron los primeros en caer y los últimos en abrir. Ha sido un año muy duro económicamente para nosotros, nos paralizó totalmente y estamos tratando de empezar de nuevo y una vida nueva con todo esto. Es como una experiencia nueva», expresó el empresario.

Rodrigo Gravaruk, una de las voces privilegiadas de la provincia, fue invitado a contar cómo vivió la pandemia, que afectó duramente a los músicos. El cantante de Guitarreros comentó que al verse imposibilitado de realizar festivales tuvo que reconvertirse para poder subsistir. Con su señora, en plena cuarentena empezaron a vender ropa para niños y niñas de manera online.

El sector de la aviación fue duramente golpeado. Los vuelos de cabotaje e internacionales fueron suspendidos durante ocho meses, dejando gravemente herido al sector. Juan Pablo Armanino, delegado regional norte de Gremios Aeronáuticos, afirmó fue «muy difícil» para todos los empleados del aeropuerto, sobre todo porque quedaron muchas personas en una situación laboral frágil porque se produjo el cierre de una aerolínea y otras que todavía no empezaron a volar.

Fuente: El Tribuno