DANIEL SALMORAL.- Vestir a su hijo, a su hija, para que vaya a la escuela el primer día de clases puede llegarle a costar más de 9 mil pesos. Sólo la indumentaria; sin hablar aún de la mochila.
Uno de los temas “picantes”, en los descansos laborales, de los gimnasios, en las verdulerías y en las vidrieras de los comercios son los altos precios de la indumentaria para la vuelta a clases presenciales.
Todo es una locura si hay que utilizar uniforme para alguna institución educativa que así lo requiera. Algunas ya decidieron que no obligarían a los padres a comprar el uniforme en vista del actual contexto de incertidumbre.
El grave problema que tienen los padres con niños y niñas en edad escolar es que para el ciclo lectivo de la pandemia compraron todo y sólo lo utilizaron una semana. Los zapatos, las polleras, los pantalones y guardapolvos quedaron intactos; como detenidos en el tiempo. Toda esa indumentaria ya no sirve porque “los chicos crecen”. Y salvo que tengan hermanitos seguidos, toda esa inversión quedó obsoleta.
Pero la inventiva del salteño es parecida a los saltimbanqui que con dos malabares solucionan todo y hasta en los colegios con familias de los más altos rangos de ingresos económicos armaron ferias del trueque, de la ropa usada, en donde los cambalaches y los enroques estuvieron a la orden del día. Estas verdaderas “ferias del trueque” se realizaron por iniciativa de las familias, ya que los directivos están enfocados en cómo organizar la modalidad de presencialidad en mixtura con la virtualidad sin caer en la histeria.
Es que además este año lectivo no cuenta con los grandes beneficios que en otros tiempos brindaban de las ferias de Perico o del Alto Comedero; mucho menos de los puestos de ropa boliviana que aliviaban los presupuestos de familias pudientes y de los asalariados.
En síntesis, o se hace trueque o se cae en los comercios del centro de la ciudad.
Y en las vidrieras denotan su falta de empatía con los ingresos familiares. Hay mucha desazón de padres y madres que andan buscando la indumentaria, que además se suma con las inscripciones, las cuotas, los útiles escolares, los transportes escolares y la plata diaria para que los chicos se tienten con algo de los quioscos.
En el tiro del final, El Tribuno también informó en la edición de este lunes sobre la importancia de contar con la tecnología necesaria para la virtualidad con notebooks que cuestan entre 35.000 y 160 mil pesos.
Entonces muchas veces se ve impotencia en las miradas porque nadie sabe a ciencia cierta si clases presenciales seguirán o se verán nuevamente afectadas por la denominada “segunda ola” de contagios por COVID-19 y mandan a todos a sus casas como sucedió el año anterior.
En este contexto salió El Tribuno a recorrer las vidrieras y de ahí salen las cuentas sobre los montos para vestir a los escolares en el comienzo de clases.
Los guardapolvos van desde los más económicos de 790 pesos talle 6 hasta los 1260 pesos talle 18. A medida que crecen los chicos es más alta la inversión.
Siempre de talle 6 al 18 lo precios son los siguientes:
Las camisas cuestan 1400 pesos y 1700 pesos.
Las polleras 1600 y 1800 pesos. Los pantalones de 2400 y 2600 pesos.
Los famosos blazer cuestan en promedio 2 mil pesos.
De ahí es que se saca la cuenta que para vestir a un niño o niña para el inicio de clases presenciales con delantal, pollera o pantalón, camisa, zapatos y sin blazer cuesta por arriba de los 9 mil pesos, para los más pequeños de talle 6.
Algunos colegios optaron por avisar a los padres que pueden mandar a sus hijos e hijas con ropa de educación física. Es muy buena decisión teniendo en cuenta la incertidumbre sobre la continuidad de la presencialidad.
Un conjunto deportivo va desde 2400 pesos talle 6 a 2700 pesos talle 16. Las remeras cuestan en promedio 550 pesos.
Calzado
Para los zapatos tendría que se un capítulo aparte, otro presupuesto. Sin embargo todo va dentro de la misma bolsa.
Los zapatos top para quienes tienen la posibilidad de comprar de marca salen para los niños hasta 6900 pesos y para niñas 5300 pesos. En lo denominados “medio pelo” están entre 3 mil y 4000 pesos. Hay más económicos de 1500 pesos pero hay que gastar suela para encontrarlos.
Las mochilas son otra causal de locura entre los padres. Las comunes van desde los 1500 hasta los 3 mil pesos. Las tipo carrito comienzan desde los 3500 pesos hasta los 8 mil para los fanáticos de los clubes o de los personajes de dibujos animados.
Los precios en Buenos Aires, a la mitad
Como casi todo, desde naftas, repuestos, hasta indumentarias en Salta se paga el doble todo; o al menos todos los precios tienen una diferencia del 100 por ciento respecto de Buenos Aires.
El diario Ámbito Financiero relevó precios en Once a fines de febrero y los publicó.
“Los guardapolvos blancos pueden adquirirse por valores que van de los $789 a $1049 por menor”. Ahí no hay tanta diferencia.
“Las camisas, en tanto, cuestan entre $499 y $649 por mayor y $619 a $799 por menor”, con diferencias del 100 por ciento respecto de Salta.
Lo mismo con las polleras y pantalones. Se informa que “Las polleras grises arrancan en $619 hasta alcanzar los $663 por mayor y los $799 a $985 por menor. Su contracara, el pantalón gris, va de $799 a $1149 por mayor y de $1049 a $1449 por menor”.
Sin referencia de precios, en Salta se sigue cobrando cualquier cosa.
Fuente: El Tribuno
