Tanto Massa como Milei pusieron el acento en la semana que terminó, más que antes, en tratar de aventar las principales causas por las que son cuestionados.
DANIEL SALMORAL.- A una semana del balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei, la campaña electoral, tal como preveíamos desde estas columnas, entró en el terreno de la desesperación y se centró más que en apuntalar propuestas, en descalificar al adversario.
Con el debate obligatorio como paso inmediato a vencer este domingo 12, tanto los equipos como los propios candidatos avanzaron en un acelerado proceso para destacar las fallas en el otro para ver así de ganar uno que otro puntito a favor, ante un electorado que sigue mostrándose escéptico ante el acto electoral.
También Massa y Milei pusieron el acento en la semana que terminó, más que antes, en aventar las principales causas por las que son cuestionados.
El libertario negando que anulará la coparticipación; qué dejará que se vendan órganos; qué liberará la venta de armas y qué romperá relaciones con el Vaticano, entre otras cosas que en algún momento lanzó, mientras que el ministro-candidato se ocupó, como lo muestran los últimos spots televisivos de campaña, en hacer ver su distancia con el kirchnerismo.
Uno de los avisos dice que de ser Presidente, «liberará al campo de la presión tributaria en vez de liberar presos», lo que indica que su eje en los mensajes es mostrar que no seguirá los pasos de Alberto y Cristina Fernández, quienes junto a Máximo Kirchner se encuentran escondidos de la luz pública en este último tiempo a fin de no ahuyentar votantes.
Miente… miente…
Desde La Libertad Avanza, el candidato, sus legisladores electos y sus asesores, se han ocupado en señalar de manera puntual que el único argumento que le queda al ministro-candidato es apelar al miedo de los electores hablando de cuestiones que nada tienen que ver con la realidad de lo que Milei llevaría adelante si es electo presidente.
«Decir que los gobernadores e intendentes no podrán pagar sueldos, que la gente andará tiroteándose en las calles o que ya no habrá salud y educación pública, son mentiras groseras propias de quienes saben que van a perder y apelan, como lo hacía Goebbels (Joseph, ministro de propaganda de Adolf Hitler) a la mentira, para generar miedo cuando en realidad es ahora cuando la gente tiene mucho temor viendo el aumento descontrolado de precios, el crecimiento de la inseguridad y el narcotráfico, el espionaje ilegal para proteger a Cristina Kirchner y la impunidad de personajes nefastos como Insaurralde (Martín) y ‘Chocolate’ Rigaud. En verdad la gente tiene miedo pero de que estos tipos, ahora con Massa a la cabeza, sigan saqueando al país», le dijo un dirigente «mileisista» a este Portal este sábado, ponderando a la vez el protagonismo de Mauricio Macri aconsejando a Milei para que no caiga en provocaciones.
Agregaba además, sobre lo que viene el otro domingo, que ahora están centralizados en el tema de fiscalizar el comicio porque dicen estar seguros que la destrucción de votos será otro de los recursos a los que apelarán desde Unión por la Patria, por lo que adelantan que esta semana harán un llamado a los ciudadanos en general para que cuiden que se respete el acto soberano de elegir con libertad.
El rol de los gobernadores
En la semana que acaba de terminar, se ha visto que los gobernadores del Norte Grande han sido quienes ocuparon buena parte del tablado político para advertir a sus comprovincianos sobre lo que podría pasar si gana el candidato libertario.
Sabedores que de ellos depende una gran porción del resultado de la elección, salieron con todas las herramientas a mano para tratar de asegurar un resultado favorable para Massa, que es quien se ha comprometido de manera explícita en apoyar desde Casa Rosada sus gestiones girando los recursos que hagan falta más allá de la coparticipación obligatoria.
Gustavo Sáenz de Salta; Gerardo Morales de Jujuy y también Ricardo Quintela de La Rioja, han sido los que obtuvieron con sus declaraciones mayor repercusión en los medios porteños cuando dijeron que si gana Milei los recursos provinciales estarán comprometidos no solamente en el pago de salarios sino además en llevar adelante la obra pública que, en el caso de Salta, ha sido intensa en el último año con Massa en Economía.
“No vamos a permitir y no vamos a perder todo lo que ganamos con gestión. Las provincias del norte dependen de la coparticipación federal, esto significa más del 70% de los ingresos. Si seguimos la propuesta del señor Milei nos vamos a quedar sin coparticipación, eso significa que de 4 policías vamos a poder pagar 3, que de 4 maestros vamos a poder pagar 3, que de 4 enfermeros vamos a poder pagar 3; los intendentes no van a tener para pagar los sueldos” describió el gobernador salteño.
Gerardo Morales, mandatario jujeño y presidente de la UCR, por su parte, también expresó su preocupación diciendo sin medias tintas que si gana el libertario el nuevo gobernador de su provincia no podrá pagar salarios y menos aún hacer obras de infraestructura por lo que llamó sin eufemismos a votar por Massa.
El riojano Quintela, también sumó su voz a la de sus colegas de Salta y Jujuy yendo más allá aún haciendo un llamado para que se silencie a aquellos medios de comunicación que «hablan bien de Milei y piden votar por él», porque aseguró que eso perjudica a las provincias. También se mostró molesto con los que «tiran pálidas» sobre las medidas que toma el Ministro de Economía.
La hora de la militancia
Lo cierto es que por encima de esto, en todos los ámbitos de la provincia se evidencia el trabajo de la militancia de base que es la que recorre los recovecos de los edificios públicos, villas, barrios y hasta las esquinas céntricas, buscando convencer a los vecinos de votar por Massa.
Un ejemplo claro es el trabajo que viene desplegando el Movimiento de Recuperación Justicialista, quienes elaboraron un documento fijando su apoyo a Massa y es el que se encargan de difundir en la amplia geografía salteña.
También desde allí, han destacado la posición del intendente electo capitalino, Emiliano Durand, quien aseguraron se ha encargado en los últimos días de «bajar una línea clara de apoyo» a Sergio Massa.
Uno de los referentes del MRJ, Ricardo «Colo» Barreira, expresó en el programa «7 PM» que «este es un momento histórico para el país porque no podemos perder las conquistas de estos cuarenta años de Democracia si gana el candidato que viene a quitarnos derechos esenciales para todos, por eso estamos trabajando en todos los lugares para hacerle ver a los salteños este riesgo y que por eso tienen que votar el 19 (noviembre) a Sergio Massa».
Encuestas y debate
Mientras tanto las 13 encuestas que se hicieron luego de las elecciones generales hasta ahora, mayoritariamente anticipan un triunfo del candidato de LLA por escaso margen, mientras que las que anticipan un triunfo de Massa lo hacen por una diferencia mayor, lo que suma una cuota más de suspenso a lo que sucederá finalmente.
Sobre el debate presidencial de este domingo 12 en tanto, ha trascendido que los equipos asesores de ambos candidatos han hecho centro en aconsejar que sean puntuales en el desarrollo de los temas evitando caer en apreciaciones periféricas y sobre todo que mantengan la calma.
Esto, especialmente, se sabe que es en lo que trabajaron desde el sector libertario porque conocen que las actitudes impulsivas de Milei le pueden jugar una mala pasada.
En los debates, siempre se aconseja evitar caer en «errores no forzados» porque con acierto alguna vez se dijo, «que un debate quizás no ayude a ganar una elección pero si a perderla», por lo que allí es donde más trabajaron los equipos electorales.
Epílogo
Queda apenas una semana para correr el velo y saber quién tendrá, después de este agotador e interminable proceso electoral finalmente, la responsabilidad de conducir el país por los próximos cuatro años al menos.
Son nada más que dos las alternativas que quedaron y alguna deberá salir victoriosa.
Será Massa o será Milei?
La respuesta, por ahora, está en cada ciudadano/a que se podrá expresar en solo siete días.
Más allá de quien gane, todos/as saben que llegarán tiempos difíciles y habrá que seguir aguantando, como se pueda, para no morir en este tremendo intento que significa vivir en Argentina.