El Presidente logró sostener el veto a la reforma jubilatoria apelando a lo peor de la política. Usó los mismos métodos que prometió combatir y desterrar. Sigue su guerra con las universidades públicas. Armó «un circo» para presentar el Presupuesto 2025 este domingo a la noche. Los jubilados ya le dijeron: «no olvidaremos»…
DANIEL SALMORAL.- Milei lo hizo.
En un abrir y cerrar de ojos, Javier Milei condenó a los jubilados a elegir si morir de hambre o de alguna enfermedad, porque con la miseria de jubilaciones que cobran mes a mes, deberán elegir entre comer o curarse.
Sin piedad, decidió que sean ellos otra vez la variable de ajuste de su salvaje plan para conseguir equilibrio fiscal y baja de inflación, sin importarle nada más que lo que exhiban las estadísticas mensuales en ese aspecto.
«Insensible, inhumano, inmoral, hijo de puta» fueron algunas de las calificaciones que recibió en estos días de parte del conjunto de jubilados, que no saben ahora cómo harán para seguir con sus miserables vidas.
Él, impertérrito, fue por más, por eso en menos de 24 horas también vetó la Ley de Financiamiento Universitario, buscando así seguir ahorrando sin importarle que con esa medida condena a una vida futura sin oportunidades a buena parte de la juventud argentina.
Con el argumento de que ésto es lo que el país necesita, es así como Milei avanza sobre los sectores más débiles de la sociedad, mientras por otro lado sigue beneficiando a «la casta» que dijo venía a enfrentar para terminar con sus privilegios.
Venales
Para lograr el apoyo legislativo a su veto jubilatorio, apeló a lo peor de la vieja política: comprar voluntades, por eso consiguió cinco diputados radicales, usando lo más deplorable que es hurgar en la debilidad humana.
Se sabe que en las semanas que vienen, los ahora ex radicales armarían su propio bloque en Diputados que se llamaría, «Unión Cívica Liberal», lo que adelanta una pelea feroz con sus ex correligionarios.
También usó otra forma ya conocida en la administración libertaria: la extorsión a los gobernadores, a quienes sometió a «aprietes» descarados para ver si sumaba, o de última restaba, algún voto a su favor.
Con lo hecho en estos días, Milei le mostró a los argentinos, sobre todo a sus votantes, que él es más de lo mismo; que hace las mismas cosas que quienes estuvieron antes y que las seguirá haciendo, convencido que «el fin justifica los medios».
Si bien su actitud es una «estafa intelectual» repudiable, peor es lo que hicieron quienes se vendieron a cara descubierta y dijeron que van a seguir haciéndolo, siempre y cuando «la paga sea atractiva».
Quienes hicieron esto son, y lo saben, simples lacras políticas que ya no deberían seguir en los escaños legislativos porque ofenden la esencia de la Democracia que a una generación de argentinos le costó recuperar.
Del presidente Javier Milei solo habría que decir, aún siendo redundante, que es un mentiroso más que pasó por la Casa Rosada y que otra vez perjudicó a los que menos tienen y favoreció a los más ricos.
«Otro Hood Robin», dijo un ex legislador salteño que reconoció que por hartazgo con los anteriores, le puso su voto al libertario el año pasado y afirma que le resultará corto el tiempo de vida que le quede para arrepentirse por eso y pedir disculpas.
Presupuesto 2025
Luego de lo sucedido en la semana en el Congreso, ahora llega el turno del Presupuesto Nacional 2025 para lo cual desde el Ejecutivo se montó un «circo» para lo que será su presentación.
Lo que siempre fue un trámite administrativo que podría haberlo llevado adelante cualquier funcionario del Ministerio de Economía, presentándolo formalmente por Mesa de Entrada del Congreso, el Presidente decidió armar una «puesta en escena» este domingo 15 a la noche.
Desde el Ejecutivo lo venden como un hecho trascendente, cuando en realidad, se sabe, será otra oportunidad que tendrá el Presidente para insultar a «las ratas del Congreso» y a los «degenerados fiscales» que «quieren seguir hundiendo al país».
Sabedores que esto es lo que en verdad ocurrirá, son varios los bloques que no concurrirán, por lo que habrá que esperar que a las bancas solo la ocupen legisladores de LLA y sus «socios vergonzantes» del PRO, a los que seguramente se sumarán los «vendidos» de la UCR para hacerse ver y mostrar que siempre y cuando le acerquen alguna prebenda generosa, estarán dispuestos a votar o rechazar todo lo que su nuevo «patrón político» les indique.
Mientras tanto, en la calle, los jubilados seguirán arrastrando sus carencias; los chicos seguirán yéndose a la cama sin cenar; siete de cada diez jóvenes seguirán siendo pobres y cientos de miles deberán dejar la universidad pública a la que asisten, porque se cerrarán carreras o no tendrán profesores que les dicten las materias correspondientes.
«Milei ya ni siquiera puede decir que estamos ganándole a la inflación porque hace cuatro meses que no baja y está firme en 4%» dicen consultoras económicas conocidas, quienes anticipan que no será fácil que perfore ese porcentaje en los meses que quedan hasta fin de año, por eso adelantan que el porcentaje anual 2024 superará cómodamente el 100%.
Epílogo
Un historiador recordó que personalidades como la de Javier Milei no son novedosas.
Sostuvo que en otros tiempos ya hubo personajes que llegaron al poder prometiendo mejorar la vida de sociedades castigadas, pero cuando tuvieron oportunidad de hacerlo, solamente privilegiaron las suyas y las de su entorno castigando al resto a quienes condujeron a situaciones de extrema dificultad.
Seguramente que para Milei, los viejos y los pobres son una carga insoportable que dificultan que su gestión alcance las metas económicas-financieras que le gusta mostrar a sus amigos del planeta liberal, del cual se considera uno de los dos más destacados, por eso no resulta extraño que sus medidas no apunten a ayudarlos para que estén mejor sino todo lo contrario.
En su soberbia y en la de su entorno, debería haber alguien que lo baje a cachetazos a la tierra y le muestre que, como dice la canción de la Cantilo,«nada es para siempre», que el año que viene hay elecciones y que así como lo apoyaron en 2023, ahora le pueden provocar una derrota electoral vergonzante.
En verdad, el libertario que desde arriba se caga de risa de los de abajo, debería haber escuchado lo que una jubilada repetía por todos los medios apenas se enteró que el veto presidencial quedaba firme, después de su negociación espuria con los «dipudelincuentes»: «Milei… no olvidaremos»…