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La brutal interna entre dos amigos de Milei: el asesor y la ministra

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La ministra de Capital Humano y el poderoso asesor presidencial mantienen una sorda pelea por el presupuesto universitario y la ahora caída ley de movilidad jubilatoria, entre otros temas. Fuentes del oficialismo dicen que el vínculo está roto y que es un serio problema para el presidente Javier Milei.

DANIEL SALMORAL.- Son dos de los funcionarios más importantes del Gobierno. Los dos son, también, muy amigos del Presidente. Están peleados. En las últimas semanas, de acuerdo a fuentes confiables del oficialismo, la disputa política entre la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el más influyente asesor presidencial, Santiago Caputo, escaló hasta llegar a un límite de consecuencias impredecibles.

Es la interna de la que menos detalles trascienden entre las múltiples peleas que existen entre funcionarios y dirigentes libertarios. El incordio es muy sensible para el sistema de poder que armó el Presidente. En las últimos días, en sincronía con diversos sucesos políticos negativos para la Casa Rosada, las diferencias entre Pettovello y Caputo se ahondaron aun más.

Es un vínculo roto. No se hablan. No quieren verse. Evitan cruzarse en ámbitos comunes. Suelen lograrlo. De acuerdo a las fuentes del poder consultadas por este diario, el resumen de lo que escucha Milei, de parte de uno y otro de estos amigos que influyen en buena parte de su gestión, llegó al extremo de que ambos le aconsejen al Presidente que se desprenda de los servicios de su adversario. Y viceversa.

En resumen de conceptos, y con palabras quizás más medidas que las que ambos usan en la intimidad, el Jefe de Estado habría escuchado cosas como éstas. Él: «Sandra está desbordada. Maneja demasiadas áreas del Gobierno y nos genera problemas todos los días. Tenés que tomar una decisión antes de que todo sea peor». Ella: «Dejá de escuchar a Santiago. Nos hace daño. Conspira y quiere quitarme poder para tener más influencia. Es insaciable».

El vocero de la Presidencia, Manuel Adorni, desmintió en conferencia de prensa que exista una interna entre Caputo y Pettovello. Incluyó esta disputa entre otras a las que describió como «inventos» de los periodistas». Pero la información se conoce por relatos de funcionarios nacionales de relevancia, incluidos allegados a los protagonistas de esta historia, que siempre piden el anonimato para alimentar cómo crece la rivalidad entre el asesor y la ministra.

En las últimas semanas, debido a que el Congreso aprobó un aumento a los jubilados que fue vetado por el Presidente; sumado a la sanción de este jueves de una reforma en el financiamiento de las universidades públicas; a la que se agregó el conflicto gremial que paralizó los vuelos de Aerolíneas Argentinas, las críticas entre ellos aumentaron. Ocurre que Pettovello es una súperministra que tiene bajo su órbita, por decisión de Milei, el ministerio de Capital Humano, que incluye las Secretarías de Trabajo; Educación; Cultura; Niñez, Adolescencia y Familia, es decir, el reparto de planes sociales y alimentos para los sectores carenciados; el ANSES, organismo que administra las jubilaciones y pensiones y subsidios como la AUH, entre otros más; el INAE, el ente que regula a las cooperativas a nivel nacional y hasta la Biblioteca Nacional, y la lista continúa.

Caputo acusa a Pettovello de no haber podido resolver el conflicto con las universidades públicas, sobre todo desde que a fines de abril se movilizo la llamada Marcha Universitaria Federal, la más numerosa concentración de personas en protesta contra el Gobierno. Pettovello, de acuerdo a fuentes de su ministerio, está convencida que Caputo no ayudó lo suficiente para llegar a un acuerdo con los rectores universitarios que piden más fondos para pagar sueldos y mantener las clases. El secretario de Educación es Carlos Torrendell, respetado entre los académicos universitarios. Autoridades que representan a los rectores de las universidades aseguraron a Clarín que acercaron una propuesta al Gobierno para solucionar el conflicto por su financiamiento con un costo fiscal de alrededor de 200 mil millones de pesos. Afirmaron que en la Casa Rosada les respondieron que todo se trabó en Capital Humano. Y el Congreso se encargó del resto.

El costo del nuevo presupuesto universitario se elevó a unos 600 mil millones. El Presidente vetará esa Ley. Pettovello había dejado trascender, tras el conflicto de abril por la marcha docente, que removería de su cargo al subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez. Pero aquella decisión fue suspendida. Álvarez continuó en su puesto. Tiene el aval de Caputo.

La ministra estuvo a punto de renunciar durante aquellos días. Milei hizo por ella un gesto notable: la visitó en sus oficinas de Capital Humano. Con un ministerio con organismos tan relevantes bajo su cargo, incluidas Secretarias que en anteriores gestiones eran ministerios en sí mismas, Pettovello siempre está en el centro de las discusiones públicas. Mantiene el bajo perfil en los medios: es otra de las críticas que le hace el asesor Caputo. El paro de los trabajadores de Aerolíneas también está, en los papeles, bajo órbita de Pettovello. La secretaría de Trabajo, liderada por Julio Cordero, tomó medidas para intentar recortar el poder de los sindicalistas y trabajadores jerárquicos de la empresa pública. «No puede ocuparse de todo. Le renuncian todos los funcionarios», malician quienes afirman repetir los argumentos de Caputo.

Pettovello, a su vez, le se habría quejado ante Milei porque està convencida de que Caputo usa su influencia en los usuarios de cuentas «libertarias». En las redes para difundir críticas sobre su ministerio, o sobre ella misma. «No para de operarme», le escucharon decir a Pettovello en el Gabinete. La titular de Capital Humano habría contado a otros miembros del Gobierno que Caputo intentó avanzar sobre uno de los organismos bajo su potestad que administra uno de los mayores presupuestos del Estado: el ANSES. Si titular es Mariano de Los Heros. De nuevo: las jubilaciones están en el debate público y el financiamiento de esos haberes depende, en los papeles, de Capital Humano.

En los hechos, son Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, los que definen los lineamientos de la política previsional y fiscal. Caputo, si intentó avanzar sobre el ANSES, no tuvo la suerte, si es que fue suerte, de la que podría jactarse haber obtenido otro de los funcionarios que está enemistado con Pettovello. El subsecretario General de la Presidencia, Eduardo «Lule» Menem, logró designar a buena parte de los jefes de las delegaciones del ANSES en las provincias, llamadas UDAI. Pettovello analizó presentar un plan a Milei para dejar de tener potestad sobre el ANSES. Pero su conclusión fue que ella garantizaría la transparencia en ese organismo.

La Casa Rosada también planeó transformar a la Secretaría de Trabajo en Ministerio, o en sacar el organismo de Capital Humano. ¿Idea de Caputo? En los últimos días, quien se encargó de dialogar con la CGT para intentar consensuar una nueva «reforma laboral» fue el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. Su interlocutor con los sindicatos peronistas es el secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, entre otros.

En el Gobierno nadie duda de que el gran logro de Pettovello fue presentar una infinidad de denuncias sobre presunta corrupción de la anterior gestión K. Milei siempre destaca lo que describe como un «éxito» de su amiga y ministra: «Armó una task force contra la corrupción», se entusiasma él. La causa de los negociados con los seguros del Estado, en la que fue imputado Alberto Fernández fue radicada en los tribunales por el área de Legales de Capital Humano. Lo mismo pasó con las denuncias contra organizaciones sociales como el Polo Obrero, Barrios de Pie o Frente de Organizaciones en Lucha, que destaparon desmanejos de fondos multimillonarios de los planes sociales y manipulación política de los beneficiarios esos subsidios de parte de punteros partidarios.

Con todo, Pettovello fue denunciada por el dirigente Juan Grabois por haber retardado el envío de alimentos comprados para la población más vulnerable. La ministra se defendió en la Justicia. Una de sus decisiones que mas fastidió a Caputo fue el despido de quien era el Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Pablo de la Torre. El ministerio de Capital humano denunció en la Justicia a quien era uno de sus principales funcionarios por posibles irregularidades con contratos tercerizados del Estado con un organismo de crédito del extranjero. Caputo consideró ese despido, y la denuncia a De la Torre, a un exceso. Esperó.

En público no dejó trascender ningún gesto al respecto. Hasta que a fines de julio pasado convocó a su oficina de la Casa Rosada al senador provincial Joaquín de la Torre, hermano del ex funcionario despedido por Pettovello, Pablo de la Torre. El asesor presidencial indagó con el experimentado De la Torre sobre la actualidad del inasible peronismo bonaerense. No una palabra sobre Pettovello. No hacía falta. Caputo despidió a De la Torre después de acompañarlo en una caminata por la Casa Rosada, desde una ala a la otra de la sede de Gobierno, hasta llegar casi a las puertas del ministerio del Interior, en la plata baja, donde se destaca el Patio de las Palmeras. El encuentro entre ambos trascendió. Objetivo cumplido. Pettovello enfureció.

Pero resiste. Encuentra sosiego en la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Y en el propio Javier Milei. Es su amiga íntima hace años. Hasta llegó a dormir en la casa de huéspedes de Residencia Presidencial Olivos (RPO). Cuando va a visitar al Presidente, en realidad visita a su amigo. ¿Qué hacen? Miran películas en el microcine, hablan de política y la vida. O incluso se quedan largo tiempo en silencio, como solo pueden hacer los amigos. A poco de asumir el poder, Pettovello se había mostrado en el balcón de la Casa Rosada junto a Caputo, sonrientes, compartiendo un cigarrillo. Ni compartirían ni siquiera eso, ahora. Milei suele defender a ambos por igual. El conflicto es lo que se considera un verdadero dilema. Cualquier solución que encuentre para resolverlo será un problema. (N.W.)

Fuente: Clarín