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Impuesto a la riqueza: en medio de fuertes cruces, se aprobó el proyecto del kirchnerismo en Diputados

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DANIEL SALMORAL.- A instancias del kirchnerismo, la Cámara de Diputados aprobó esta madrugada, con 133 votos a favor, el proyecto sobre el impuesto a las grandes fortunas, el que deberá, ahora, ser tratado en el Senado, gracias al apoyo de bloques menores de la oposición.

A lo largo del debate los legisladores oficialistas defendieron el proyecto con el argumento de reforzar las arcas públicas debido a la caída de la recaudación, y la necesidad de asistir al sistema sanitario y productivo, mientras que desde la oposición sostuvieron que es un «impuesto confiscatorio». La iniciativa contó con 133 votos a favor, del Frente de Todos y bloques provinciales; 115 en contra, de Juntos por el Cambio, y 2 abstenciones de la Izquierda.

El debate, que duró más de 13 horas, estuvo marcado por fuertes cruces y chicanas con el bloque de Juntos por el Cambio, que anticipó su rechazo al nuevo gravamen por considerar que será confiscatorio y obstaculizará las inversiones empresarias. Con este mismo espíritu, alrededor de las 3 de la madrugada, comenzaron los discursos de cierre de los jefes de bloque.

El presidente del Interbloque de Unidad Federal para el Desarrollo, José Luis Ramón, anticipó que votarían a favor del proyecto porque, según remarcó, «hay que comenzar a discutir la distribución de la riqueza».

En su discurso, además, se quejó de la postura asumida por Juntos por el Cambio. «Esto no es algo menor: ante la crisis más grande de nuestros últimos 100 años, gran parte de nuestra dirigencia política y de nuestra dirigencia económica y social, evitó todo tipo de acuerdo o acompañamiento», expresó. Y en esa misma línea, completó: «Vamos a acompañar este proyecto porque creemos que es un pie fundamental para comenzar a debatir la verdadera redistribución de las riquezas en nuestro país».

El referente opositor Mario Negri protagonizó un encendido discurso de cierre en el que apuntó contra la ley de Aporte Solidario y Extraordinario para los patrimonios superiores a los 200 millones de pesos. «Es un impuesto de acá a la China», sentenció Negri al comienzo de su exposición.

«Este impuesto es ineficaz, por más que tenga un nombre bonito», lanzó el presidente del interbloque de Juntos por el Cambio. «No estamos persiguiendo grandes fortunas ociosas, multimillonarias, esas que no vinieron en el blanqueo y están afuera en los paraísos fiscales. Un centro mecanizado vale un millón de dólares. Si alguien tiene un tambo con 100 vacas o un tractor le pega en el poste a este impuesto. Esos no están en el exterior, están acá, no tendrán el ATP y tienen que dar trabajo a la gente», argumentó categórico.

«Somos el país que más hemos intoxicado en impuestos al sector privado en la región. Si no generamos riqueza, gobierne quien sea, no va a haber inversión. ¿De dónde van a venir divisas? Y ahora en el sur ponen el impuesto al viento y luego vendrá el impuesto al sol», ironizó Negri.

Más temprano el diputado ya había protagonizado un tenso intercambio con el oficialismo a quienes mandó «al diván», tras las críticas de los diputados del Frente de Todos al gobierno de Cambiemos.

Despúes del discurso del chaqueño Aldo Leiva, el radical pidió la palabra y expresó: «Si alguno de nuestros colegas necesita hacer lo mismo que el anterior, hagamos una ronda ahora, así después terminamos tranquilos. Hagamos un consultorio ahora y que cada uno se saque las ganas».

Dirigiéndose a los diputados del Frente de Todos, Negri continuó: «¡¿A quién más le recomiendo el psicólogo?! ¡¿Necesitan un diván?! ¡Acá tenés un diván! El diputado [Leopoldo] Moreau quiere un diván, acá estamos, tiene un diván».

El último discurso de cierre fue el de Máximo Kirchner, jefe del bloque oficialista e impulsor de la medida, quien tuvo que retirarse del recinto después de ser informado que un contacto estrecho resultó positivo de Covid-19.

«Hay que bajar un poco y entender lo que le está pasando a nuestra sociedad. Entender que los desafíos que tenemos por delante son importantísimos. No se trata de estigmatizar a nadie. Pero los que hablan de esto son los que se han casando de estigmatizar a los trabajadores y a los que menos tienen. Son los que han dicho millones de veces que la Asignación Universal por Hijo (AUH) se iba por la canaleta del juego y la droga. Miren qué sensibilidad para con unos pocos y qué falta de sensibilidad para con tantos», destacó.

El debate

Horas antes, el kirchnerismo había organizado toda una puesta en escena en apoyo de la iniciativa: mientras en las puertas del Congreso se manifestaban militantes de La Cámpora y de otras agrupaciones kirchneristas, dentro del recinto se hicieron presentes los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, acompañados por intendentes bonaerenses y dirigentes nacionales. Fue entonces cuando Sergio Massa tomó las riendas de la sesión: las autoridades sanitarias así se lo autorizaron luego de que se confirmara de que el delegado del FMI, Luis Cebeddu, con quien Massa se había entrevistado el viernes pasado, dio negativo en su test de Covid-19..

En el arranque del debate, el presidente de la Comisión de Presupuesto, Carlos Heller, quien redactó la iniciativa a instancias de Máximo Kirchner, fue enfático: este tributo no afectará a las empresas pequeñas y medianas, como advirtió la oposición de Juntos por el Cambio.

«Falso de toda falsedad -retrucó Heller-. Con este impuesto estarían aclanzados menos 10 mil personas, el 0,8% del total de los contribuyentes que presentaron su declaración jurada en 2019. El 42% de estos contribuyentes tienen activos dolarizados, de los cuales el 92% están radicados en el exterior. Está claro que este aporte está lejos de gravar la actividad productiva».

Álvaro De Lamadrid criticó la gestión de Sergio Massa al frente de la Cámara baja
Álvaro De Lamadrid criticó la gestión de Sergio Massa al frente de la Cámara baja 

El legislador estimó que la recaudación del gravamen totalizaría unos $325 mil millones. «Aquí lo que les duele (a la oposición) es el ejemplo, no el importe. No quieren aceptar el precedente de que se esté legislando para atender una situación de emergencia, solicitando un aporte extraordinario para asistir a los que menos tienen. Es de estricta justicia», alegó.

El oficialismo confiaba anoche en reunir la mayoría agravada de 129 votos necesarios para la creación de este nuevo impuesto con el apoyo de un sector del Interbloque Federal y del Interbloque Unidad Federal para el Desarrollo.

«Así como hemos decidido acompañar el proyecto, exigimos que los fondos recaudados no se usen para ahorrar recursos previstos en el Presupuesto, sino que sean realmente fondos adicionales», enfatizó el diputado Alejandro «Topo» Rodríguez, del Interbloque Federal. Su colega de bloque, Graciela Camaño, sin embargo, anticipó su voto en contra porque, a su juicio, el proyecto «desalienta las inversiones privadas y genera inseguridad jurídica y desconfianza en el país».

Alma Sapag, del Movimiento Popular Neuquino, también anticipó su rechazo. «Este impuesto resulta confiscatorio e inconstitucional», sostuvo.

Álvaro González presidió la sesión y tuvo que intervenir en varias oportunidades para calmar los ánimos
Álvaro González presidió la sesión y tuvo que intervenir en varias oportunidades para calmar los ánimos

Desde Juntos por el Cambio, el diputado Luciano Laspina refutó los argumentos oficialistas y advirtió que este impuesto no persigue un fin recaudatorio, sino un «fin ideológico» y que se trata de una «bomba de humo» en medio de las negociaciones del Gobierno con el FMI.

«La emergencia no habilita a violentar la constitucion nacional. Este impuesto violenta los principios de no confiscatoriedad y de razonabilidad en la tributación; actúa como una doble imposición respecto del impuesto que ya rige sobre bienes personales: afecta el mismo sujeto imponible y la misma base imponible. Con ambos impuestos la alícuota trepará al 7,5%. Es absolutamente confiscatoria que va a gatillar una avalancha de juicios en los estrados judiciales», aventuró.

Desde el oficialismo, Fernanda Vallejos y Marcelo Casaretto refutaron las críticas opositoras. «Este aporte significa un acto de reparación y un puntapié inicial para otros debates que permitan parir una Argentina con mayor igualdad», sostuvo Vallejos. «Es un aporte de estricta justicia -sostuvo Casaretto-. No descapitaliza a las empresas, no afecta las inversiones, esto no es un impuesto sino un aporte solidario. No es inconstitucional y no es confiscatorio».

Según el proyecto, el nuevo gravamen afectará los patrimonios de personas humanas a partir de los $200 millones, con una alícuota progresiva se elevará al 2,25% en casos de fortunas entre 300 y 400 millones de pesos, al 2,50% entre 400 y 600 millones de pesos y al 2,75% a los patrimonios entre los 600 a 800 millones de pesos.

La tasa subirá al 3% cuando los patrimonios oscilen entre 800 y 1500 millones de pesos, al 3,25% para fortunas de 1500 millones a 3000 millones de pesos, y a partir de esa cifra será del 3,5%.

El proyecto determina también que por el total de bienes en el exterior se tributará un recargo del 50% sobre la alícuota que le correspondería; pero si la persona trae el 30% de sus tenencias financieras que tienen declaradas afuera, el diferencial se elimina y paga por todo como si lo tuvieran en el país.

De acuerdo a las estimaciones de la AFIP, el tributo afectará un universo de poco más de 9000 contribuyentes.

«Este es un pésimo impuesto porque va a alejar todo atisbo de inversión en la Argentina. Esto que proponen es una salvajada tributaria», asestó Javier Campos, de la Coalición Cívica. «Este proyecto es uno de los tantos agravios con sesgo claramente antiempresas y antiinversiones. Como lo presentan suena como una idea romántica para los inadvertidos. Estamos en presencia de un nuevo impuesto y es coactivo», agregó, por su parte, el radical Luis Pastori.

En tanto, los bloques de izquierda anticiparon su abstención. «El ‘aporte solidario’ viene a encubrir todas las medidas del FMI, que representan un ataque brutal a las condiciones de vida de la población trabajadora: una fórmula jubilatoria a la baja; el Presupuesto 2021 que recorta en salud, educación y salarios; la anulación del IFE; el tarifazo anunciado para enero y la represión a las familias sin vivienda», enfatizó Romina Del Plá (FIT).

Más cruces

El debate sobre el impuesto a la riqueza estuvo precedido por fuertes cruces entre el oficialismo y la oposición por la dinámica del funcionamiento de la Cámara de Diputados. Por caso la diputada radical Brenda Austin se quejó por los giros a comisiones que se les dan a los proyectos que ingresan al cuerpo, al hacer referencia a una iniciativa de su autoría que amplió el giro a la comisión de Industria cuando la comisión de Recursos Naturales ya había dictaminado, según recordó.

La vicepresidenta del bloque oficialista, Cecilia Moreau, pidió una interrupción para responder a Austin y sostuvo que «hay que cuidar el reglamento en todo momento» y precisó que «por nota, el bloque de Juntos por el Cambio pidió agregar el giro a la Comisión de Industria de la ley de etiquetado frontal, y así lo dispuso la Cámara».

En ese marco, Álvaro González aclaró que se trataba de un tema que debía ser tratado en comisión y pidió que se respeten los tiempos, mientras Moreau insistió: «No, no, no. Y además los acuerdos se cumplen, y así como pidieron de manera informal que se constituya en comisión. ¡Laburen si quieren laburar! Las comisiones tienen que laburar una vez por semana y durante cuatro años no lo hicieron».

Los cruces continuaron y González debió llamar al orden varias veces para organizar el debate. En ese marco, y un clima de tensión, la sesión continuó con las cuestiones de privilegio, entre ellas una del diputado radical Álvaro De Lamadrid contra Massa por la «nula predisposición que ha llevado adelante en estos meses para que el Parlamento funcione en plenitud como corresponde».

Le respondió el diputado del Frente de Todos, Germán Martínez, quien rechazó esos cuestionamientos y acusó a la oposición de hacer antipolítica. Fue el titular del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, quien pidió la palabra y aseguró: «Nosotros no armamos, no planificamos ni damos golpes por atrás. Nosotros conversamos de frente».

«Quiero decir que no vamos a hacer lo que nos hacían ustedes cuando había 20 cuestiones de privilegio por sesión. Nosotros queremos debatir lo que se va a debatir hoy. No tenemos nada que esconder», completó.

«No se den por agraviados, no tenemos tretas, aceptamos las reglas de Labor Parlamentaria, si se conviene que no hay apartamientos del reglamento no mandamos a nadie a escondidas a pedirlo», aseveró en fuerte tono Negri.

Fuente: La Nación