Inicio Destacadas Golpe de estado a Milei?… – Por: Daniel Salmoral

Golpe de estado a Milei?… – Por: Daniel Salmoral

198
0

Desde la Casa Rosada reconocen que existen intenciones en ese sentido pero las minimizan. Una encuesta muestra como está la «paciencia social». La necesidad de proteger la Democracia.

DANIEL SALMORAL.- En amplios sectores de la izquierda y también en el kirchnerismo más duro cercano a Cristina Kirchner, día a día crece la voluntad y el deseo que ahora se manifiesta abiertamente y sin ningún tipo de maquillaje dialéctico, para que el gobierno de Javier Milei caiga «ya».

«No podemos esperar ni un minuto más», dicen a través de las redes sociales y medios de comunicación a los que pueden acceder, dirigentes de estos sectores políticos que se movilizan semana a semana para reclamar por cualquier cuestión: jubilados, pobreza, presupuesto universitario, aerolíneas u otra cuestión que intente llevar adelante el gobierno liberal.

Rechazando el argumento que ahora llegan las elecciones legislativas y será la oportunidad para cambiar el rumbo del gobierno desde el Congreso, la respuesta es contundente: «para eso falta un año y si Milei sigue con sus políticas de ajuste, para ese tiempo más de la mitad de los argentinos ya estará muerto. No se puede esperar. A este tipo (Milei) hay que voltearlo ahora. De ser posible antes de fin de año», sostuvo una integrante de la Mesa Nacional de Jubilados que los miércoles marcha en los alrededores del Congreso Nacional.

Su pedido para que cuanto antes haya una «pueblada» que lo «saque a patadas» (sic) al Presidente de la Casa Rosada, se argumenta en razones reñidas con la Democracia y carentes de toda lógica: «Milei ganó en segunda vuelta y por pocos votos por lo tanto su gobierno puede ser legal pero no legítimo», argumentan sin ponerse colorados y adelantan que una vez que Milei esté fuera del gobierno, deberán ser las «asambleas populares» que se realicen en las plazas del país quienes elijan al que se hará cargo del gobierno hasta finalizar este mandato en 2027.

El planteo, que tiene más la característica de un delirio golpista que la de una propuesta política seria, está siendo instalada en los ámbitos posibles a lo largo y ancho del país pero especialmente en el AMBA, con la esperanza que «prenda» rápidamente para empezar a «conformar las columnas que marcharán sobre Casa de Gobierno para echar a la mierda al hambreador hijo de puta (sic) que se hace llamar presidente», es lo que afirman sin ningún complejo.

No hay dudas que esta legión ignora de manera total lo que marca el sistema democrático y lo que significan los mandatos constitucionales, por eso es que de manera desesperada apelan a estos discursos de odio esperando que el malestar social con las políticas implementadas por la gestión liberal encuentre eco en ese casi 40% de argentinos que, según las encuestas, rechaza la marcha del gobierno sobre todo en lo social ante la imposibilidad de acceder a cuestiones básicas como alimentación y salud.

De acuerdo a lo que dicen quienes pregonan esta idea, falta poco para que todo se «pudra», señalando sus expectativas para que eso ocurra antes de la llegada de las fiestas de fin de año, que siempre fueron fechas conflictivas en Argentina desde que la Democracia fue recuperada.

El mensaje de las encuestas

Más allá de lo «loco y peligroso» que pueda sonar esta intencionalidad, lo cierto es que las últimas encuestas que se conocieron esta semana, evalúan así la gestión del gobierno:

Atlas Intel (Consultora brasilera)

42,8% Aprueba – 50,7% Rechaza y 34% Bueno y 48% Malo

Aresco (Federico Aurelio)

52,5% Positiva – 46,6% Negativa

Fixer

55% Rechaza – 41% Aprueba

Sentimientos Públicos

48% Rechaza – 51,5% Aprueba

Si bien estos números son indicativos del humor social y adelantan lo que podría pasar en los comicios del año que viene, el estudio de la Consultora Trespuntozero que dirige la analista Shila Vilker, es el que refleja de manera más amplia el rechazo o aprobación a la gestión y sobre todo un tema clave, «la paciencia social»:

1) A diferencia de lo que muestran otros estudios, en este baja la aprobación del Gobierno respecto a septiembre (de 48,8% a 45,7%).

2) Crece la pobreza como principal preocupación (34,1%), pero baja la inflación (14,3%).

3) Se mantiene la mirada sobre la situación actual (positiva en un 30%) pero caen las expectativas sobre mejoras a futuro (de 48% a 45,6%).

En lo que hace a «paciencia ciudadana», revela lo siguiente:


En esto se destaca que la paciencia «hasta el final del mandato» se impone sobre las otras con un 38,7% que si bien es cierto no es como quisieran los inquilinos de Balcarce 50, debería servir para desalentar a los que buscan romper el orden institucional y democrático con actitudes reprochables desde todo punto de vista.

Epílogo

Es natural que toda gestión de gobierno democrático tenga rechazos, pero estos deben manifestarse por los canales democráticos resguardados por la Constitución Nacional.

No se puede, por más bronca que genere ese gobierno, buscar atajos para cortar el periodo por el que fue elegido porque hacerlo significa lisa y llanamente violentar lo que ordena la Carta Magna.

Para corregir la marcha de un gobierno están las herramientas constitucionales como la elección de medio término, para que en base a ese resultado electoral el Presidente escuche el mensaje de las urnas y corrija marcha y rumbo de la gestión por los años que le quedan de mandato.

Ese es el único camino democrático, más allá que algunos alimenten la posibilidad del juicio político que para que se lleve a cabo, deben existir verdaderas y serias razones que así lo ameriten cuestión que en este caso, por encima de valoraciones políticas de carácter personal o partidarias, no existen.

La caída del gobierno de la Alianza con Fernando de la Rúa a la cabeza en el año 2001, debería servir de ejemplo para no repetir errores porque la salida en helicóptero del entonces presidente, generó una de las crisis más serias que debió enfrentar el país después del año 1983.

La «pesificación asimétrica» que trajeron Eduardo Duhalde y su ministro de Economía Jorge Remes Lenicov, quienes se hicieron cargo del gobierno tras lo resuelto por la Asamblea Legislativa, generó más problemas que soluciones al bolsillo de los argentinos y ese es un tema que no se debería olvidar tan fácilmente, porque aún tiene consecuencias serias en buena parte de la sociedad.

La obscena venta de voluntades que hicieron algunos legisladores que se supone eran opositores apoyando los vetos de Milei en el tema jubilaciones y presupuesto universitario, no puede ser justificativo para argumentar que el Poder Legislativo no sirve para indicar diferencias con el Poder Ejecutivo y así justificar que el único camino que queda entonces es la toma por la fuerza del poder.

Ante estas expresiones, la pregunta es: está ante el riesgo de un golpe de estado el gobierno de Javier Milei?

Una generación de argentinos tuvo que luchar mucho y con un costo altísimo para recuperar la Democracia y el estado de derecho, por eso y por el futuro de las nuevas generaciones, no se puede alentado por cualquier relato, ir a voltear un gobierno que, nos guste o no, tiene legalidad y legitimidad.