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Elecciones en Paraguay: candidatos cerraron sus campañas; cuenta regresiva hacia una elección de resultados inciertos

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A un día de los comicios, las encuestas dan un escenario de empate técnico, con leve ventaja para la oposición.

DANIEL SALMORAL.- Los dos candidatos principales a ser presidente de Paraguay culminaron sus campañas con mensajes finales de distinto tenor. Mientras que Santiago Peña cerró su participación rodeado de trabajadores de la salud pública con promesas de mejoras para el sector, Alegre apuntó contra sus contrincantes y las acusaciones de corrupción que pesan sobre ellos, el eje central de su campaña.

Vamos a derrotar al Pablo Escobar paraguayo y a su Chili, Santiago Peña”, espetó Alegre, el candidato de la Concertación, hablando de Horacio Cartes y Santiago Peña, a quien ha bautizado Chili, en alusión al principal sicario de Pablo Escobar en el programa El patrón del mal.

Rodeado de sus seguidores en la sede del club 2 de febrero en la localidad de Capiatá, a unos 20 kilómetros de Asunción, también prometió mejoras a la salud pública y reducir las tarifas de energía.

El acto final de la Asociación Nacional Republicana (el nombre oficial del Partido Colorado) se llevó a cabo en la sede de una asociación de funcionarios del Instituto de Previsión Social en un barrio de Asunción. Parado sobre el escenario y rodeado de funcionarios, entre los que también estaba su candidato a vicepresidente, Pedro Allaian, Santiago Peña urgió a la gente a que salga a votar.

“Les pido que redoblemos esfuerzos, que en Paraguay deciden los paraguayos”, afirmó Peña frente a una audiencia vestida con remeras blancas y sombreros rojos y contra el trasfondo de una batería de fuegos artificiales que resonaron a lo largo del acto.

Al igual que en el resto de la campaña, no estuvieron ni Horacio Cartes ni el actual presidente, Mario Abdo Benítez, una señal más de las profundas divisiones internas que aquejan al oficialismo y que han introducido un elemento de incertidumbre como hace tiempo no se veía en los comicios del Paraguay.

Incertidumbre y final abierto

“La definición del domingo va a ser entre los que quieren la continuidad, y los que prefieren una alternancia en el poder”, afirma a Clarín el escritor y expresidente de Congreso de Paraguay, Carlos Mateo Balmelli. Determinar qué tendencia será la que finalmente termine por imponerse es un pronóstico que aún nadie se anima a emitir.

Si bien las encuestas marcan un virtual empate técnico entre Efraín Alegre y Santiago Peña, con una leve ventaja para el candidato de la oposición (la más reciente de la consultora Atlas le otorgó a Alegre una intención de voto del 34%, y a Peña, del 33%), la desconfianza en los sondeos mantiene la incertidumbre al máximo.

En la memora colectiva de los paraguayos aún pervive el episodio de 2018, cuando las encuestas previas decían que Mario Abdo Benítez lideraba a Alegre por más del 30% en intención de voto. El actual presidente de Paraguay terminó imponiéndose por poco más del 3% del total de los sufragios.

El argumento a favor del triunfo del Partido Colorado se reduce a un dato esencial: su capacidad de movilización. La cantidad de afiliados del partido varía según a quien se le pregunte, pero las estimaciones más conservadoras hablan de 1.200.000 personas. En un país de 7,5 millones de habitantes y cerca de 4,8 millones de electores habilitados para votar el domingo, la ANR cuenta con el 25% del padrón. En ese sentido, vale recordar que en 2003, Nicanor Duarte Frutos ganó la presidencia con el 37,9% de los votos en la segunda vuelta.

“Creo que Peña hizo el cálculo de que podía ganar con solo apelar al voto colorado. El tema es que ahora hay un hastío de la sociedad paraguaya, y habrá que ver si esos votos le alcanzan para ganar”, completa Mateo.

Si la estrategia clave del oficialismo es su capacidad movilización, la de la oposición es la de tratar de canalizar una sensación de hartazgo frente a la corrupción que se concentra, sobre todo, en la figura del presidente de la ANR, Horacio Cartes.

El empresario declarado “significativamente corrupto” por Estados Unidos no solo se ha mantenido lejos de la campaña, sino que en las últimas horas, su “delfín”, Santiago Peña, declaró que no opondría trabas a una potencial extradición de Cartes si Washington lo solicitara.

El hartazgo se ve no solo en las cifras de final reñido entre Alegre y Peña, sino también en las altas simpatías que cosecha Paraguayo “Payo” Cubas, el candidato “antisistema” que logró canalizar el voto bronca, y que podría terminar restando votos a ambos candidatos.

“Los analistas de Paraguay nos hacemos todos la misma pregunta respecto a quién perjudica más la candidatura de Cubas, y nadie de pone de acuerdo. Arriesgaría a decir que se lo saca a ambos, pero habrá que esperar hasta el domingo para tener la escena completa”, confía a Clarín el analista político, Alfredo Boccia Paz.

Reformas fiscales, renegociación del contrato de Itaipú, mejora de servicios públicos y la relación con China y Taiwán. La lista de temas que deberá encarar quien gane cuando le toque asumir el próximo 15 de agosto es extensa. Falta cada vez menos para saber a quién le tocará el desafío de conducir al Paraguay por los próximos cinco años.

Fuente: Clarin