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Covid-19: ¿Cuáles son las provincias más avanzadas en la campaña de vacunación?

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DANIEL SALMORAL.- La carrera por hallar una solución para frenar la pandemia de Covid-19 en todo el mundo y evitar más muertes arrojó un hecho decisivo y una realidad preocupante. Como nunca antes, la comunidad científica concentró los esfuerzos para hallar una vacuna, o varias, que fueron desarrolladas en tiempo récord, pero al mismo tiempo la demanda masiva ya empieza a reflejar problemas en la producción y la logística para llegar a todos los países.

La Argentina no está exenta de esta situación, que se vio reflejada en el último envío desde Rusia, inicialmente pautado en 600.000 dosis que terminaron siendo 220.000.

La campaña de vacunación, sin embargo, avanza en todo el país, aunque a un ritmo diferente al esperado. De acuerdo a diferentes anuncios del Gobierno de la Nación, para antes de fin de mes se esperaban unas cinco millones de dosis de la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Instituto Gamaleya en conjunto con el Ministerio de Salud de la Federación y el Fondo de Inversión Directa de Rusia.

Hasta el momento enviaron tres cargas, con un total de 820.000 dosis. En este escenario, la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Tierra del Fuego, La Rioja, Entre Ríos y Chaco se encuentran entre las jurisdicciones con mayor porcentaje de su población vacunada con un componente; la vacuna rusa demanda una segunda inoculación a los 21 días de suministrada la primera.

El grupo se modifica si se cuenta la aplicación de los dos componentes: La Rioja, San Luis, La Pampa, Catamarca y Jujuy, en ese orden, encabezan la lista.

La provincia de Buenos Aires se encuentra entre los diez primeros puestos al contar el primer componente y en el último lugar sumando las dos dosis, aunque se trata de la jurisdicción que más vacunas recibió y con un territorio más extenso para cubrir.

DISTRIBUCIÓN TERRITORIAL

En todos los casos se trata de trabajadores de la salud con mayor riesgo de contagio por estar en la primera línea de atención (personal de terapia intensiva, guardias y laboratorios).

Al Ministerio de Salud porteño le enviaron 24.256 dosis en la primera entrega de diciembre con lo que alcanzó a vacunar al 0,79% de su población. Tierra del Fuego, en segundo lugar, llegó al 0,77%, pero con 1344 dosis, mientras que La Rioja logró el 0,72% con 2817. Buenos Aires, con 110.012 vacunas, alcanzó el 0,63%.

En cambio, al analizar las cifras oficiales provenientes del Ministerio de Salud de la Nación y procesadas por el equipo de LN DATA, se observa que La Rioja alcanzó el 0,31% de población inmunizada con la segunda dosis (con 1205 vacunas), al igual que San Luis (con 1556) mientras que La Pampa logró el 0,29% (con 1029). En ese listado quedaron lejos la Ciudad de Buenos Aires, con el 0,13% del primer grupo de riesgo inmunizado con los dos componentes (con 4089 vacunas) y Buenos Aires, con el 0,03% (con 4432).

De todas formas los datos reflejan que el gobierno de Axel Kicillof fue el que más dosis administró en total, con 114.444 entre ambos componentes; seguido por la provincia de Córdoba, con 30.630; la Ciudad de Buenos Aires, con 28.345; Santa Fe, con 25.204; y Tucumán, con 13.527.

El total de dosis inoculadas en todo el país llegó este jueves a 327.999 para alcanzar el 0,61% de la población con el primer componente (276.548 individuos) y 0,11% con los dos (51.451). Según el Plan Estratégico para la vacunación contra el Covid-19 en el país, elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación, el criterio de distribución de las vacunas se estableció en consenso con las provincias “de acuerdo a la población objetivo definida en los planes operativos provinciales y la disponibilidad de vacunas que puede afectar las estimaciones iniciales”.

El reparto de la Sputnik V, al igual que las otras vacunas que podrían llegar en los próximos meses, se realiza con “una logística federal, equitativa y proporcional” en base a un cociente establecido según la cantidad de médicos, personal sanitario y centros de salud habilitados ya que la prioridad en las primeras partidas son los trabajadores de dicho rubro.

Según una estimación del Registro Federal de Personal Sanitario (Refeps) del 9 de noviembre del año pasado, en todo el país hay unos 763.000 trabajadores de la salud. Una vez alcanzado todos los trabajadores de la salud, de acuerdo al ordenamiento del Plan Estratégico, seguirán los adultos mayores y los residentes en los geriátricos, las personas entre 60 y 69 años, el personal de las Fuerzas Armadas, de seguridad y servicios penitenciarios, las personas entre 18 y 59 años en grupos de riesgo, el personal docente y no docente (escuela inicial, primaria y secundaria), y otras poblaciones estratégicas definidas por las jurisdicciones de acuerdo a la disponibilidad de dosis.

“En total son más de 14,5 millones de personas las que integran estos grupos prioritarios. Necesitamos empezar a vacunar más lo antes posible porque la logística es muy grande”, opinó el infectólogo Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. “Este programa y esa cantidad de personas con prioridad, obliga a vacunar 39.704 individuos por día. Si no llega la vacuna, se compactan los días y necesitás vacunar más. De esta forma, comienza a generarse un cuello de botella preocupante”, sostuvo.

Hasta el momento, el Gobierno de la Nación se aseguró la compra de 20 millones de dosis de la vacuna Sputnik V, pero además se espera la llegada de otras entregas, como la acordada para marzo, de tres millones, de la desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, que podría alcanzar los 22,4 millones en julio. El contenido de esta vacuna se produce en la Argentina y el proceso finaliza en México, donde se realiza el envase.

También se aguardan las nueve millones de vacunas del Programa Covax de la Organización Mundial de la Salud que podrían arribar entre marzo y agosto. Las negociaciones continúan con el laboratorio Pfizer, el gobierno de China para adquirir la Sinopharm o la Sinovac (o ambas) y la estadounidense desarrollada por Johnson & Johnson. “No solo hay un problema de logística, sino también de stocks de vacunas, algo que pasa en todo el mundo y con todas las empresas que las están produciendo.

En la Argentina había un objetivo de vacunar durante el verano al personal de salud y a mayores de 60 años, pero no estamos llegando porque no hay la suficiente cantidad de vacunas”, analizó el Doctor en Bioquímica, Jorge Geffner, profesor de Inmunología en la Facultad de Medicina de la UBA e investigador del Conicet.

El personal de salud se tiene que vacunar sí o sí, pero la distribución también podría ser equitativa para las personas mayores de 70 años, quizás al mismo tiempo si tuviésemos más stock, como se hizo en algunos países”, amplió Geffner.

El científico compartió una reflexión, a modo de conclusión, de lo que podría dejar la pandemia de Covid-19 una vez superada. “El mundo científico dio una buena respuesta al desarrollar vacunas en un corto tiempo, pero el desafío es amplificar la producción para llegar en forma masiva a todo el mundo. Debe dejarnos una enseñanza porque puede haber otras pandemias y debemos estar preparados con un proyecto estratégico a nivel país y mundial”, opinó.

Fuente: La Nación