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Cierra el plazo para presentar frentes electorales. Presión a Scioli para que baje su candidatura

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Tensión extrema en el Frente de Todos. El sciolismo rechazo de plano la condición y amenazó con judicializar el tema. Hermética reunión de Cristina Kirchner con Sergio Massa y Wado de Pedro.

DANIEL SALMORAL.- «Guerra total». Con esta definición, un estrecho colaborador de Daniel Scioli reflejó el clima de extrema tensión que se vivió en la reunión en el Consejo Federal de Inversiones, en el microcentro porteño, en la que los representantes de los distintos sectores del Frente de Todos se juntaron para definir el reglamento y los detalles con el que este miércoles se inscribirá la alianza con la que el oficialismo competirá en las próximas elecciones.

Con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, como mediador, en su rol de presidente del Congreso del PJ, en la mesa se sentaron el titular de la AFIP, Carlos Castagneto, de Kolina, y los sciolistas Alberto Pérez y Aníbal Fernández, que rechazaron de plano la propuesta kirchnerista.

El punto principal tiene que ver con el porcentaje de votos que las listas que llevan los precandidatos a Presidente que compiten en la alianza en las PASO deben obtener para lograr integrar las boletas legislativas que representará al Frente en las elecciones generales. Cuanto más alto es el piso, más se les complica a los dirigentes conseguir adhesiones de estructuras importantes dispuestas a enfrentar a las fuerzas mayoritarias de la coalición. En criollo: sin el incentivo de entrar a Diputados, las Legislaturas ó Concejos Deliberantes, pocos se animan a desafiar a los K. Y entonces a Scioli y a la precandidata a gobernadora Victoria Tolosa Paz se les puede complicar para conseguir candidatos que los acompañen con recursos y músculo político.

En el sciolismo tenían la expectativa de que el piso se estableciera en torno al 20 por ciento del total de votos de la alianza como requisito mínimo para colar legisladores en las listas, pero entendían que entre la presión de Massa para que no haya competencia y la preferencia de Máximo Kirchner de unificar las candidaturas detrás de Eduardo «Wado» de Pedro o Axel Kicillof, sus dos favoritos para la contienda, probablemente debían conformarse con el 25% que se suele utilizar en el PJ. 

De ahí para arriba es inconstitucional, porque viola el artículo 38 que garantiza la representación de las minorías en los partidos políticos», expone una fuente sciolista involucrada en el debate. Y rechaza el argumento kirchnerista respecto a que la ley 26.571, de las PASO, en su artículo 44, otorga potestad absoluta a los frentes para la distribución de cargos. «No pueden hacer cualquier cosa. Una ley no puede estar por encima de la Constitución», agrega.

Pero la propuesta que Insfrán trasladó fue incluso peor de lo que Máximo había advertido hace unas semanas, cuando amenazó con imponer un 40% si Scioli persistía en competir. El formoseño planteó que los K querían fijar ese porcentaje y que la integración de las listas se diera a partir del undécimo legislador. Es decir, que el espacio perdedor en la interna consiguiera cuatro de cada diez votos de la alianza para lograr ubicar un diputado en la boleta para las generales, y con escasas posibilidades de ingresar.

Fue un baldazo de agua fría para la comitiva del embajador, que advirtió que de persistir recurrirán a la Justicia. «Vamos a judicializarlo. Nosotros queremos competir para ganar, no para asegurarnos cargos, pero queremos reglas justas», dijo uno de los presentes. El clima fue cordial, pero tenso.

Scioli se había ocupado de hablar con el formoseño Gildo Insfrán, quien en su rol de presidente del Congreso del PJ desembarcó en Buenos Aires para pulir el reglamento del frente que se debe inscribir este miércoles, y también llamó a otros mandatarios provinciales. A ellos les transmitió un mismo pedido: «Dejen que sea la gente la que defina a los candidatos«. Los gobernadores se lo habrían garantizado, aunque después terminaron firmando un comunicado pidiendo una lista de consenso.

Aunque no estuvo en la reunión, sobrevoló la postura de Máximo Kirchner en torno a la carrera presidencial: considera que Kicillof sería el mejor candidato si no fuera porque prefiere seguir en la Provincia, y mientras tanto empuja la precandidatura de Wado de Pedro, quien se mostró abierto a competir en las PASO y ve en esa eventual contienda la oportunidad de terminar de despegar. Como contó Clarín, al ministro del Interior se le está complicando subir en las encuestas pese al apoyo político que cosechó de gobernadores, gremios e intendentes del FdT y de su esfuerzo por subir el perfil mediático.

En pleno momento de definiciones electorales, sin confirmaciones oficiales trascendió que Cristina encabezó este martes en el Senado una hermética y sugestiva reunión con Massa y De Pedro.

Con todo, hubo dos movimientos que no pasaron inadvertidos en las filas K. Fueron las negociaciones que, tal como reveló el periodista Nicolás Wiñazki en este diario, Scioli abrió con el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, acérrimo rival de Massa y de Máximo Kirchner. Tanto que el gobernador Kicillof intenta contenerlo para que no se vaya. Scioli lo quiere para encabezar la boleta a jefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires pero en el entorno del ministro no descartan que juegue en Provincia por un cargo legislativo o, incluso en La Matanza, donde tiene su domicilio laboral.

«Depende de lo que haga Axel, si va por la reelección no lo va a enfrentar», precisan fuentes inobjetables al tanto de las conversaciones.

Pero más que lo de Berni fue la versión de que Martín Guzmán, el ex ministro de Economía al que Cristina Kirchner despreció, lo que desató la furia en las filas camporistas. Y también en el massismo, donde no ahorran reproches. Cuentan que Massa le mandó un mensaje letal al respecto a un incondicional de su tropa: «Si Alberto quiere disimular que no está detrás de Scioli, no lo disimulan muy bien». 

Fuente: Clarín