El presidente no acudirá al Congreso, en el momento más bajo de su relación con ese poder.
Se espera que los ejes del proyecto incluyan proyecciones de un crecimiento real en torno al 4,5% en 2026, en línea con lo que espera el FMI; una desaceleración de la inflación hasta un rango entre 7% y 12% anual, lo que es una meta es clave para consolidar la estrategia monetaria y fiscal; y un superávit primario del 2,2% del PBI, por encima de la meta autoimpuesta para 2025.
Dónde recortará gastos el Gobierno
El proyecto de Presupuesto 2026 articulado por el equipo económico incluirá recortes y reconducciones en varios frentes.
El texto ajustará transferencias a las provincias y en los ATN, con impacto directo en las cuentas provinciales; esa reducción será uno de los ejes de conflicto con gobernadores, quienes esperarán a después de las elecciones de octubre para sentarse en la mesa de diálogo que anunció Milei.
Se prevé que el documento también incluya un reordenamiento de partidas de inversión pública: mantenimiento de proyectos prioritarios ligados a la infraestructura crítica y ajuste en rubros discrecionales.
El proyecto de Presupuesto llega en un momento de tensión política para Milei: los recientes vetos a leyes que buscaban recomponer financiamiento universitario y partidas para pediatría encendieron protestas de gremios y movilizaciones sociales, y sacaron a la luz la tensión entre la búsqueda de gobernabilidad y la ortodoxia fiscal.
El oficialismo enfrenta, además, una fuerte resistencia legislativa. La coalición oficialista no controla el Congreso, por lo que ajustes duros pueden sufrir enmiendas, especialmente en educación y salud.
Fuente: Ámbito.com





