Inicio Destacadas Adiós a Roberto Cachambi, el militante apasionado

Adiós a Roberto Cachambi, el militante apasionado

61
0
En una fecha histórica para Salta y Argentina como la del aniversario de la Batalla de Salta murió el militante político y divulgador Roberto Cachambi Latorre, Pedro de Lerma al 700, como se presentaba públicamente en los medios de comunicación.

El destino y un cuadro clínico irreversible quisieron que sea en una fecha saliente del calendario provincial, el enigmático designio de la muerte así lo dispuso justo para él que fue un apasionado de las efemérides y de una reflexión dinámica sobre las mismas.

Roberto fue dirigente de la Democracia Cristiana durante la década de 1980 y previo a ello tuvo un paso por el Partido Intransigente, ambas fuerzas en diferentes oportunidades conformaron frentes electorales con el peronismo o con alianzas progresistas.

Ese devenir lo llevó a abrazar fervientemente y desde temprano, el “proyecto Nacional y Popular” encarnado en el peronismo kirchnerista. Su último trabajo fue como asesor del Foro de Intendentes de la Provincia de Salta, entidad en la que se jubiló.

Pedro era un hombre muy riguroso en los datos duros, en las fechas y procesos de la historia contemporánea provincial. Un apasionado observador de la coyuntura política diaria. Seguía de cerca los debates parlamentarios y políticos y siempre buscó aportar a los mismos desde su condición de militante popular y democrático.

La pasión por las efemérides era tal vez lo que en los últimos años de vida social y política se conocía más de él. Sin sus mensajes diarios a los medios de comunicación los programas no eran los mismos y con ellos en ocasiones llegaron a reorientar contenidos. Un ejemplo era el recuerdo del aniversario de la Ley Sáenz Peña (recordada como la del voto “secreto, universal y obligatorio”), pero don Pedro de Lerma al 700 en sus mensajes de oyente apuntaba: “aniversario del voto “secreto, masculino y obligatorio”. Toda una definición.

Su agudeza para disentir también era destacable por lo cuidadoso de su discurso, siempre desde el respeto y tratando de esgrimir sentido común a su línea de pensamiento.

En lo social, Roberto fue muy cálido. Si bien era un hombre de calle a quien le gustaba charlar con prestancia, lo suyo fue mucho más allá de los cafés, durante mucho tiempo llevó a cabo almuerzos los sábados con diferentes personalidades de la provincia y en su casa, invitaba a comer  y mientras cocinaba, en sus charlas buscaba conocer a fondo a quienes luego se consolidarían como sus amigos.

El militante, el compañero, el divulgador y el laburante también orientaba sus pasiones hacia el fútbol y como ferviente hincha de Racing Club fue un animador de las peñas del club de Avellaneda en Salta. A nivel provincial abrazó otra camiseta, la de su querido Juventud Antoniana.

Fuente: El Expreso