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UCR: ¡¡¡Adversario al que no puedas ganar suspéndelo… aún si está muerto !!!- Por: Daniel Salmoral

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DANIEL SALMORAL.- Mientras el peronismo salteño termina de acomodar sus cargas emprolijando su conducción interna con Miguel Isa presidente del partido y Pablo Outes titular de la CAP (Comisión de Acción política), dos de los partidos tradicionales como son el PRS y la UCR, parecen haber caído en una suerte de desorientación insólita que los complica en lo que será el armado electoral mirando ya a la elección provincial del mes de julio venidero.

Los renovadores, todavía se debaten en armar su elección interna entre descalificaciones cruzadas e impugnaciones que están en la justicia y que retrasaron increíblemente su normalización para encarar con alguna chance cierta el proceso electoral en ciernes.

Los radicales por su parte, parecen haber perdido definitivamente la brújula, producto de las actitudes fascistas que han adoptado quienes, se dicen, los conductores del partido aún cuando su mandato ya feneció el año pasado.

Miguel Nanni y la troupe de obsecuentes que lo acompaña en su actitud autoritaria y reñida con los orígenes democráticos del centenario partido, hace rato ya que adopta medidas de neto corte fascista y deja al partido en famélicas condiciones para ser una alternativa valedera para el electorado salteño.

Envuelto en sus propias debilidades, el dueto Nanni – Mario Mimessi, con la complicidad de algunos integrantes del Tribunal de Conducta, en un hecho lamentable que muestra a las claras la ausencia de visión política, están buscando con métodos repudiables desaparecer a sus adversarios, aquellos que con total seguridad les ganarían la elección interna, siempre y cuando se realice sin apelar a actitudes fraudulentas, como ocurrió la última vez que se enfrentaron.

Partiendo del razonamiento que dice que si quieres reinar tranquilo es mejor no tener rivales al frente, decidieron suspender y expulsar del partido a dirigentes que tuvieron una posición contraria a la decisión que adoptaron de manera irregular, porque nunca convocaron a la convención del partido para que la avalara y que los llevó en los comicios pasados, a conformar un frente electoral con el olmedismo, un espacio político que está en el extremo opuesto de la ideología radical y que los terminó mostrando como una conducción política oportunista e inútil.

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Todos los que alzaron sus voces en contra de esa maniobra ilegal y equivocada, ahora fueron notificados que serán expulsados y suspendidos.

Inclusive, un afiliado y dirigente respetado que murió semanas atrás.

¡¡¡ Vaya manera de sacarse adversarios de encima.

Perdidos, sin horizontes políticos claros, el dúo no sabe bien como seguir para mantenerse a flote.

Mimessi, el intendente de Tartagal que denostaba a viva voz a Gustavo Sáenz porque decía que era «otro peronista corrupto igual que Juan Carlos Romero y Juan Manuel Urtubey», ahora, producto de la necesidad, es más «gustavista» que Pablo Outes y Dante Rosas juntos, y hace malabares para que el gobernador lo tenga en cuenta y le tire constantemente salvavidas a fin que su gestión no se hunda definitivamente en las aguas del río Bermejo.

Raras avis Nanni y Mimessi. Ahora suspenden y expulsan del partido a quienes les decían, en la campaña electoral pasada, que había que hacer un frente electoral con Sáenz, a la luz del día, para ser parte del poder provincial e ir como socio político del ahora primer mandatario.

La miopía política y la falta de materia gris, los llevaron por otros caminos, pero hoy son pedigüeños del gobierno provincial que no olvidará sus descalificaciones y agravios hacia la persona de quien es hoy el primer mandatario provincial.

Ya vencidos, porque su actitud fascista ha merecido el repudio de todo el abanico político de la provincia, deberán buscar refugio en su cada vez más reducido círculo de obsecuentes y chupa medias a fin de ver si salen airosos de este verdadero atentado a la democracia que acaban de perpetrar.

Habrá instancias legales a las que los atacados podrán recurrir y es seguro que la Justicia les dará la razón, pero el daño que a la UCR como partido le han causado estos dos y sus cómplices, será irreparable.

Los militares genocidas de los ’70, apelaban a la desaparición de personas para asegurarse su permanencia en el poder.

Estos, quieren hacer lo mismo. «Los borremos; los invisibilicemos», parecen decir, para de esa manera quedarse para siempre al frente de un partido que por su inoperancia y autoritarismo, hoy es sólo un recuerdo de lo que fue a comienzos de la democracia recuperada en Salta.

«Hay demasiados radicales democráticos, honestos y comprometidos con su partido para dejar que este ‘par de pájaros’ se lo lleven puesto«, le dijo un dirigente veterano a este Portal.

Sería bueno que reaccionen a tiempo y terminen expulsando, pero con votos, a estos oportunistas y descuidistas que le hacen mucho daño a su partido, la democracia y sobre todo a sus afiliados y a los salteños todos.