DANIEL SALMORAL.- La política comienza, más allá de la pandemia, a tener color y calor en Salta.
Con la llegada de Fernando «Fil» Palópoli a la Coordinación Política e Institucional del municipio, se abre, sin dudas una nueva etapa en la relación entre los gobiernos municipal y provincial, porque una de las principales tareas que deberá llevar adelante el nuevo funcionario es la de establecer canales de diálogo directo entre el gobernador Gustavo Sáenz y la jefa comunal Bettina Romero.
Hasta ahora, escaramuzas y algún que otro chisporroteo, siempre buscando que no impacten de manera directa en uno u otro gobernante, habían sido las características de la relación entre quienes habían llegado a sus respectivos despachos por la confianza que habían despertado en un electorado que, estaba seguro, no caerían en vicios del pasado donde las diferencias políticas internas se habían impuesto antes que la tarea mancomunada que acerque beneficios a una sociedad escéptica, que cada día confía menos en dirigentes de promesa fácil y cumplimiento escaso.
El desembarco de Palópoli, un hombre con reconocida capacidad de diálogo, hace suponer que servirá para que provincia y municipio avancen en tareas conjuntas en favor de los salteños, por cuanto, como decía Ricardo Balbín, es una figura que es «recibida con confianza» en los dos escenarios: el CCM y el Grand Bourg.
A partir de eso, es posible imaginar que en términos políticos Sáenz y Romero reafirmarán su alianza ya mirando el escenario electoral que aún en medio del coronavirus y la cuarentena interminable, ya asoma con fuerza y comienza a mostrar acciones en cada una de las fuerzas provinciales, la mayoría de ellas con serios problemas internos.
CAP si, CAP no
En el siempre atrayente planeta pejotiano, por ejemplo, ya está decidido que habrá congreso partidario de manera virtual el venidero 22 de agosto, donde se dejará establecido, de manera orgánica, si la Comisión de Acción Política (CAP) continuará con vida.
Nacida hace poco más de doce años como una alternativa al Consejo Partidario que en ese entonces conducía Juan Carlos Romero, hoy, para no pocos dirigentes, entre ellos Manuel Santiago Godoy quien lo presidió durante toda la presidencia de Juan Manuel Urtubey, ya no tiene razón de ser porque entienden que debe ser el propio Consejo quien marque el rumbo de la política del partido en la provincia.
Otros, en tanto, son proclives que continúe pero con otra impronta y por eso proponen que esté al frente uno de los hombres más cercanos al gobernador Sáenz, como es el actual coordinador político del gobierno provincial, Pablo Outes.
«No tiene sentido cambiar un Indio por un Loro», han dicho en tono de chanza algunos dirigentes de base del PJ pero según otros, la continuidad de la CAP y la presencia de Outes en su presidencia, estarían garantizadas por decisión mayoritaria de los congresales que deberán decidir eso en el cercano encuentro remoto del sábado 22 del corriente mes.
Si esto finalmente se concreta, Sáenz habrá sentado sus reales en el partido que años atrás le dio al espalda y lo obligó a emigrar como a otros, y que lo llevó a conformar otro espacio político, según quienes lo acompañan, «más saludable y participativo», como PAIS.
El encuentro virtual del congreso, también servirá para escuchar otras voces como la de la dirigencia barrial, quienes adelantaron no estar dispuestos a volver a ser «ninguneados e ignorados por los mandantes de turno».
Seguramente ese día, hará su aparición formal en la marquesina del PJ vernáculo, el «Movimiento Nacional Antonio Cafiero», que ya adelantó buscará jugar fuerte en la política salteña al amparo del amplio tinglado peronista.
Desafío renovador
Los renovadores, por su parte, también ya se activan con la idea de definir el 4 de Octubre próximo su nueva conducción.
Hasta ahora, aparecen dos corrientes: la que lidera la diputada provincial y senadora nacional (MC), Cristina Fiore, y el joven intendente de Campo Quijano, Carlos «Cali» Folloni, portador de un apellido más que conocido en el tablado del PRS por cuanto es hijo de uno de los fundadores del partido, Jorge Oscar Folloni.
Tanto Fiore como Folloni, tendrán en este tiempo la responsabilidad de definir si dirimen las cosas en una interna o si llegan a una lista de unidad que, algunos renovadores, entienden que no sería lo ideal porque argumentan que lo que el partido necesita después de haber evitado a duras penas la extinción, es recuperar vida y para eso nada mejor que una elección interna.
UCR en vida vegetativa
Los radicales por su lado, van a tener que enfrentar, más temprano que tarde, su triste realidad: están en vida vegetativa culpa del abandono del partido que sus autoridades hicieron después de haberlo usado en beneficio propio.
Hoy la UCR salteña, deberá trabajar mucho para recuperar el protagonismo que alguna vez tuvo en Salta, pero para ello será necesario en primer lugar, extirpar figuras tóxicas que le han provocado un daño casi terminal.
La actitud «busqueril» de unos pocos aprovechados, generó este estado catatónico que hoy muestra y del que necesita huir rápidamente, si no quiere que sus dirigentes dejen de ser protagonistas y se conviertan en simples «opinólogos» desde el «Bar Tribunales», de la elección de renovación legislativa de 2021.
Kirchneristas abandónicos
Los kirchneristas salteños, también vienen complicados. Con duros cuestionamientos hacia quienes llevaron las riendas del Frente de Todos en estos años: el dueto Sergio «Oso» Leavy y José Antonio Vilariño, las fuerzas que integran la alianza política sufrirá, de acuerdo a lo que ya ha trascendido, algunas deserciones importantes.
Con el argumento de la nula participación, un grupo volverá al PJ que es una manera discreta de decir que de ahora en más sumarán su apoyo a Gustavo Sáenz.
De todas formas, este viernes se hará una reunión de los partidos y agrupaciones que integran el frente K, con la intención de bajar temblores y evitar una implosión que dejaría al espacio político con sus chances electorales a futuro, menguadas.
«Ya no tiene sentido seguir en este frente que nunca abrió el juego a quienes siempre le pusimos el hombro. Vilariño y Leavy siempre tomaron las decisiones sin consultar con nadie y jamás asumieron su responsabilidad en la terrible derrota electoral provincial del año pasado», dicen algunos de los que ya están con las valijas listas para viajar hacia la sede de calle Zuviría.
Estos ya prácticamente ex Frente de Todos, se sumarían así a otros dirigentes como Emiliano Estrada y David Leiva, quienes también se comenta en los siempre activos «mentideros» políticos, ya tienen tomada la decisión de sumar volumen político al «nuevo PJ» salteño, que ahora sería conducido por Outes y liderado por el Gobernador.
Lo que viene
Así las cosas y a pesar de no saber a ciencia cierta cuando la pandemia comenzará a ceder, la política, en buena hora, comienza a ganar terreno y a adelantar que el año electoral que se avecina puede ser más que interesante, sobre todo cuando ya se sabe que las elecciones provinciales serán desdobladas de las nacionales por lo que seguramente se llevarán a cabo en el primer semestre del año que va a llegar, siempre y cuando, lógicamente, «Don Covid» así lo permita.
