Inicio Opinión 1000 días de Alberto Fernández – Por: Jorge Fontevecchia. VIDEO

1000 días de Alberto Fernández – Por: Jorge Fontevecchia. VIDEO

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DANIEL SALMORAL.- Friedrich Hegel planteaba si la historia tiene algún sentido y, sobre todo, algún fin en sí. Decía que la historia no debía ser analizada respecto a los personajes que llevan adelante la misma sino como la historia de la sociedad en concreto, siempre digo que los jefes de Estado son cuerpos que usa la historia para seguir su rumbo. Estamos constituidos principalmente por materia y conciencia y eso fue lo que llevó a Hegel a pensar en ese devenir», explicaba Jorge Fontevecchia.

A su vez reflexionó acerca de la perspectiva dialéctica de la Historia y a partir de allí se preguntó si cada uno de los presidentes cumplió algún rol, como la presidencia de Macri, que para algunos significó un elemento disruptivo ganándole la posición al peronismo por primera vez, mientras que otro afirman que la presidencia de Alberto Fernández tuvo un rol de transición, para dejar atrás a Cristina y Macri. E incluso varias personas afirman que es un puente necesario para el retorno al poder de la ex mandataria

«Lo  cierto es que la historia tiene un fin, en este sendero de lucha y de avance, nunca se vuelve al mismo lugar del que se partió. Francis Fukuyama afirmaba que había hecho la misma lectura sobre la concepción de Hegel al respecto del tiempo, pero para él, el fin de la historia, era el capitalismo como expresión natural del ser humano, mientras que para Marx era la economía planificada», explicaba el conductor.

Asimismo se aregó que la historia universal de Hegel la planteaba con categorías: la variación, el rejuvenecimiento, y la razón. Cuando la primera se agotaba, aparecía la sustitución a una forma superior de hacer, usando la figura del ave fénix teniendo en cuenta que las sociedades van aprendiendo de las caídas.

Las causas de los movimientos del espíritu de la historia a través del tiempo no están hechos por los actores (que son sólo factores externos) como los presidentes que pasaron sino por una lógica de la razón, son necesarios. Desde esta perspectiva se puede juzgar el papel de Alberto Fernández pero en el futuro, donde los hechos se significan.

De la popularidad cuarentenal al ostracismo en 1000 días

Para calificar esto se procedió a hacer un repaso sonoro de lo momentos más destacables de Alberto Fernández desde que asumió la presidencia en diciembre del 2019 donde avizora cómo va a ser el momento en que entregue su gobierno en 2023 y alababa la democracia que cumpliría 40 años en ese momento.

Luego se oyó el momento donde concitó el apoyo de la mayoría de los argentinos en su pico máximo de popularidad: el anuncio del aislamiento social preventivo y obligatorio en marzo del 2020, a causa de la pandemia del COVID-19, a 100 días de su asunción.

A partir de los siguientes audios se escucha un quiebre, de donde pasó de tener cierta esperanza de reelección a un período ocaso con la intervención a la empresa Vicentín en junio del 2020. “Queremos que esta empresa líder continúe y que los pequeños productores puedan tener una compañía a quien venderle”.

En agosto de 2021 se conoce la foto de Fabiola festejando su cumpleaños en plena cuarentena, y escuchamos al jefe de Estado acongojado, lamentándose por lo ocurrido y admitiendo que no se debió hacer. Un punto de inflexión en su imagen pública negativa.

Alberto Fernández y la resistencia al ostracismo

Posteriormente se repasa el acuerdo con el FMI, demorado por la pandemia, “teníamos una soga al cuello y ahora tenemos un camino para ordenar el presente y construir un futuro. Este acuerdo no restringe ni limita nuestros desarrollo”. En ese momento se esperaba que la economía pegara un salto positivo pero concluyó con la salida intempestiva de Martin Guzmán y el reproche del presidente: “Hay cuestiones de responsabilidad institucional que indican que debería haber sido de otro modo. Ahora la ministra es Silvina Batakis y hay que hablar de ella”, planteaba.

Si embargo tan solo un mes después de estos dichos, se lo escucha tomándole la jura como ministro de economía a Sergio Massa y adulando su «capacidad y coraje».

Por último, ya en un momento donde esta mucho más opacado, lo escuchamos refiriéndose al atentado contra la vicepresidenta: “La paz social ha sido alterada, tenemos que desterrar la violencia del discurso de odio, los convoco a repudiar las palabras que solo nos dividen”.

«Basándonos en la lógica de Hegel: ¿Tiene alguna lógica que Alberto Fernández haya sido presidente? ¿Cumple algún fin subyacente el hecho de que la grieta se exacerbara de esta manera?», dejaba la incertidumbre en el aire el periodista para concluir.

Fuente: Perfil